Udaquiola, mitad o poco más de la década del 60’, comenzaba mi viaje a
la Escuela Nº 27, quizás lo más extraordinario que puede quedar dentro de lo
que nadie puede apoderarse: los recuerdos.
Veinte kilómetros entre la ida y la vuelta, en el transporte público
de cuatro patas llamada ‘Roberta’, la cual atravesábamos por una docena de
vecinos que atentamente vigilaban ese viaje diario Letchauregui, Landa, Rivas,
Corazzín, Ateiro, Ceballos, Melín, Martínez, Ridolfi, Tellechea, Belllocq, Vaquer,
(cabe acotar que ‘La Roberta’, a la vuelta por propia voluntad paraba en la
zanja frente a lo del paisano Martinez y tomaba todos los días entre 28 y 32
tragos de agua).
Al fin, la entrada triunfal al microcentro de la ciudad donde el
imponente Shopping de “Alonso, Caveda & Cía.” era el poderoso corazón de
Udaquiola, no menos de 15 personas allí trabajaban, donde además de lo
necesario estaba lo imposible, y si no estaba en 24 horas era traído por el Ferrocarril
Roca (hasta tres servicios por día).
Además de contar con Hotel, Carnicería, Peluquería, Aserradero, y
muchas veces prestar plata a algún vecino (sin interés) cuando las cosas eran
complicadas, luego, el hasta hoy imponente Club Social y Deportivo, dos
talleres mecánicos, en el cual se destacaba en uno de ellos dos aviones que se
guardaban y que para nosotros era como ver la NASA, y un auto espectacular de
carrera que emulaba al de Fangio visto únicamente en “El Gráfico”, todo esto en
el taller de José Rocha.
El otro sitio de Udaquiola que tenía la emoción y el aroma era la
Panadería de ‘Pocho’, las mejores tortas negras del país que conocíamos
"Udaquiola", y por supuesto las autoridades indiscutibles del Jefe de
Estación, el policía Díaz, Montaña, Jefe de Correo, y la Directora de Escuela,
que su palabra era irrefutable.
Una de las particularidades de Udaquiola y sus alrededores, era la
disputa del campeonato de fútbol más intenso que se pueda imaginar, Solanet,
Langueyú, Casalins, “La Protegida” de los hermanos Laplace, Almacén “La Armonía”
de Sebastián Pita (tanto aquí como en “La Protegida” las carreras de caballos
eran las preferidas y el ‘pase inglés’ gozaba de fama).
Pero los domingos futboleros batían récord de público, y Udaquiola se
vestía de gala para aquellos encuentros, donde brillaban los Sferrra, Etchevest,
Novillo, Rosales, Teruggi, Bazterrechea, Lapolla, etc. Pero el escollo y el
clásico, se jugaba con Solanet, que en Udaquiola de local se le podía, empatar
o ganar, pero en Solanet imbatibles, es que ahí estaba el problema… los
Jaramilllo…
Excepto Don Ignacio, la familia Jaramillo a pleno
Mario, Jorge, Ricardo, Luis, Roberto, por suerte venia más atrás, el
cuarteto era imparable con algunos más de ahí, y “decían que los Jaramillos
traían alguno de Ayacucho, y tenían un técnico (Jorge Gimbatti) que era de La Capital”
es obvio que aquellos encuentros futboleros terminaban con el gran “Baile y
Diviértase”, donde aquí también “Los Jaramillos”, en especial uno de ellos, era
lo destacado de la noche.
Donde sonaban las famosas orquestas, y desde pasodobles, tangos, hasta
el rock, y por último, los lentos donde ‘se apretaba’, y los pavos bajitos como
nosotros suspirábamos "mmm" viendo a estos como ‘calentaban el mate’.
Tiempos de minifaldas, y pelos muy largos, tiempos setentistas, donde “Imagine”
de John Lennon o “Satisfaction” de Rolling Stones, eran interpretadas en una
suerte de inglés en arameo vasco o algo así, más ‘Pepe’ que tenía su club de
fans y admiradoras en el lugar que pisaba... un Sandro local...
Tiempos de familias enteras, de solidaridad, tiempos de palabra,
tiempos de trabajo y bolsillos opulentos, donde seguro el trabajo sobraba pero
lo que no alcanzaba era el tiempo para estar en todas partes. La agenda de
espectáculos estaba llena, y hasta los días de semana...
En definitiva para explicarlo hoy, fue AQUELLA PUTA OLIGARQUIA, para
el relato que ocurre hoy.
En recuerdo a Mario... que ya estará con Don Ignacio, aquel que alguna
vez contó César, que el Don estaba de más...
Mario Jaramillo [1953-2013]
(agradezco enormemente a mi querido amigo Adolfo Forio por esta evocación a Mario Jaramillo a un año de su partida y, a su vez, una hermosa pintura social y futbolística de la zona de Solanet y Udaquiola allá por las décadas del 60/70)
1 comentarios:
Excelente entrada del blog. Gran recuerdo de esa "época". Alguna vez concurrí a uno de estos "clásicos" rurales entre Udaquiola y Solanet ( Los Jaramillos & Co) y tmb a los bailes con la voz y show de Pepe. Gracias por la evocación.
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