Se accede a esta localidad tomando un camino consolidado de
tierra de 24 km desde la localidad de Maipú.
El nombre de la estación recuerda al ilustre poeta y
dramaturgo argentino Manuel José de Lavardén [1754-1808], porteño, hijo del Dr.
Juan Manuel de Lavardén quien en 1754 había sido funcionario del Cabildo de
Buenos Aires).
Sobre el apellido “Labardén” para designar la población
ubicada a 45 km. de nuestra ciudad y no “Lavardén”, como es el original, la Academia
Argentina de Letras en su obra “Acuerdos acerca del idioma”, Vol. 1, Buenos
Aires -1947- aclara: “Que se ha generalizado en el público el error de designar
al poeta Manuel de Lavardén, precursor de las letras argentinas, con el nombre
de Manuel José de Labardén, error que se ostenta, además, en las calles que
llevan este nombre en la ciudad de Buenos Aires (...). Por todo ello, se
declara que el verdadero nombre del mencionado poeta es el de Manuel de
Lavardén, y se resuelve dirigir una nota al señor Intendente Municipal de
Buenos Aires... (pág. 57 y 58)”.
En dicha localidad se realiza anualmente en la primer
quincena del mes de Enero la Fiesta Provincial del Caballo Criollo, celebración
nativista donde las actividades principales son jineteadas, pruebas de riendas,
desfile de tropillas y emprendados, así como también recitales de grupos y
vocalistas folclóricos locales regionales y nacionales.
Una vez realizada esta pequeña reseña histórico-geográfica,
y apoyándonos en el importantísimo material que se encuentra en nuestro Museo
Histórico Regional, volvemos el tiempo 95 años atrás para tomar nota del
artículo del diario “El Porvenir”, del domingo 18 de Noviembre de 1917, en el
cual se da cuenta de la visita a nuestra ciudad del equipo “Adelante los que
quedan” de esa pequeña población para enfrentar en el campo de deportes de la “Quinta de
Boussón” a “La lira de oro” conjunto conformado por jugadores ayacuchenses y
que finalizó con el triunfo de los visitantes por 2 goles a 1.
Esta “Crónica de antaño” tiene por objeto demostrar que ese contagioso
fenómeno de masas que es el fútbol, también había prendido fuertemente en una
zona rural como Labardén, localidad que hacia 1917 todavía estaba “un poco lejos” de
los centros poblados en los que estaba un tanto más organizado ese juego que tanto nos apasiona.
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