Cuando tallan los recuerdos…
Don Alfredo U. Aizpitarte, es un conocido y destacado periodista y apasionado del fútbol de antaño. Colabora asiduamente en el diario “El Nacional” de Dolores, en una sección titulada: ‘‘1934: época de oro del fútbol dolorense”, de ella entresacamos algunos párrafos referentes a un partido jugado en Dolores y publicado en fecha reciente en dos ediciones de dicho matutino y que por lo amplias no merecen mayores comentarios de nuestra parte por los importantes conceptos que vierten, expresándose así: ‘‘Atlético de Ayacucho enfrenta a Independiente por la Copa “Diario La Verdad”: El domingo 29 de Abril de 1934, Dolores vivía una gran jornada deportiva con la presentación del poderoso equipo del Club Atlético de la localidad de Ayacucho, enfrentando al primer equipo de Independiente, por la copa instituida por el Diario LA VERDAD. (Añadiremos aquí que ese trofeo fue donado por el Dr. José Antonio Olano, en esa época director de nuestro Diario.
Agrega Aizpitarte: “Los muchachos de Independiente, conscientes de la capacidad del conjunto visitante, se habían entrenado con gran entusiasmo y esperaban tranquilos y confiados la hora del cotejo, seguros de realizar un gran partido. Si bien es cierto que en esa oportunidad el equipo local debía lamentar la ausencia de Doris y Díaz, que serían sustituidos por Morán y Ricci, con ello su poderío no se había disminuido, por el contrario, el conjunto estaba muy bien constituido, las condiciones de Ricci, eran bien conocidas, y si era cierto lo que se decía de Morán, elemento que se incorporaba a las filas blanquicelestes, formarían con Spagnoli un terceto medio inmejorable.
Los visitantes -agrega el cronista- también habían, realizado un intenso entrenamiento porque querían realizar una buena performance y tenían perfectamente conocimiento del poderío de Independiente. Los comentarios de ese entonces decían que lo mejor de los ayacuchenses era la defensa, considerada como muy buena. En la línea de ágiles su mejor hombre era Casaux, insider izquierdo del equipo y verdadero armador de la delantera (permítasenos, Sr. Aizpitarte, para clarificación de los amantes de este deporte que en lo posible demos a conocer los jugadores agregando los nombres pues solamente figuran los apellidos. Casaux es Abel, más conocido en el argot futbolístico y por sus allegados por ‘El Chueco’). Se estaba en consecuencia -agregaba- y de acuerdo a las condiciones de los conjuntos, en perspectivas de presenciar un encuentro que podría resultar sensacional”.
El hermoso premio instituido por el Diario LA VERDAD y que se exhibía en una de las vidrieras de la tienda “Ciudad de Dolores”, sería disputado -según la crónica de entonces- palmo a palmo por los componentes de ambos equipos, y el que obtenga el triunfo no lo hará sino después de apelar a todos sus entusiasmos y energías.
Atlético de Ayacucho -puntualiza Aizpitarte- presentaría en su equipo a cuatro (4) integrantes de la selección de esa ciudad, tales como Fontana (Humberto), Ham (Juan Carlos ‘Neca’), Volantín (Edgardo) y Casaux (‘El Chueco’).
Formación del Club Atlético Ayacucho en la temporada 1934/1935
Parados (izq. a der.): 'Garabito' Cajaravilla, 'Neca' Ham, Edgardo Volantín, Humberto 'Gringo' Fontana, Luis 'Huesito' Sánchez, 'Ñato' Cognini, 'Adito' Malvestitti y Tirso Barrón
Hincados (izq. a der.): Adolfo 'Bibi' Boni, Julio De Jesús, Tarzia, Abel 'Chueco' Casaux y 'Serio' Fontana
Después de otros extensos comentarios, ricos en acontecimientos, en la edición siguiente de “El Nacional”, el periodista se explaya de la siguiente manera: “En uno de los avances de la visita sobre la valla local, se produce el gol de la victoria, rechaza mal la defensa de los nuestros, se produce un peloteo frente al arco que custodia Baduel y Duffard (Juan) con un shot bajo logra anidar la ball en la red a pesar de los esfuerzos de Baduel por impedirlo.
Algunos simpatizantes del equipo visitante que lo han acompañado desde Ayacucho entran al field a felicitar al autor del tanto. Puesta en movimiento nuevamente la pelota, el conjunto local busca afanosamente el empate, pero sus esfuerzos, hechos a base de juego individual, son estériles, los backs visitantes responden con eficacia y cuando no, Fontana (Humberto, arquero), siempre atento interviene con seguridad ante los escasos y débiles shots de los blanquicelestes. Cuando el juego se desarrollaba en el medio de la cancha, el juez da por terminado el encuentro con el triunfo de los visitantes por el mínimo score.
EL RESULTADO FINAL
El triunfo de Atlético era justo, se mostró superior al conjunto local y realizó un buen encuentro, llevando la mejor parte de la lucha. Sus jugadores se entendían muy bien y muy compenetrados de su misión. Lo mejor del equipo era su defensa en la que se destacaba el back Juan Carlos ‘Neca’ Ham, y el centre-half Edgardo Volantín. Humberto Fontana, las veces que intervino lo hizo con gran seguridad. Adito Malvestitti, un digno compañero de Ham. Luis Sánchez era un half de muchas condiciones y Victorio Lamanuzzi, sin estar a la altura de los demás no desentonó.
En la línea de ágiles, su mejor hombre fue Abel ‘El Chueco’ Casaux de buen dribling, inteligente y rápido, fue una constante pesadilla en la defensa local. Juan Duffard, siguió en orden de méritos, distinguiéndose por su violento shot. Felipe Eandi, Julio De Jesús y Adolfo Boni, completaron bien el quinteto, aunque sin destacarse.
Seguidamente reseñaba la crónica, la labor cumplida por el conjunto de Independiente que por su extensión no publicamos y con respecto al referée -añadía- el Sr. Salvador Carlomagno, tuvo una actuación destacada y correctísima.
Cerraba la semblanza de este match con un título:
SEÑORITAS EN EL FIELD
Con motivo de la visita del Club Atlético de Ayacucho que se midió con Independiente, concurrió al field un público numeroso, notando el cronista la presencia de las siguientes señoritas: (nosotros por ser tan extensa la nómina, lamentablemente debemos omitir de publicarla como hubieran sido nuestros deseos).
Para finalizar, suponemos con sinceridad que hemos sido justos al denominar la nota “Cuando tallan los recuerdos”, pues, los que hace ya un prolongado tiempo llevamos sobre nuestras cabezas las escarchas de los años, no podíamos dejar de recordar -sin desmerecer al fútbol que se practica actualmente- que también tuvimos la ‘época de oro” en equipos como Atlético, Defensores, Sport Club (actual Sarmiento), Independiente y Ferroviarios. Este que cumple sus bodas de oro el presente año, de su primer campeonato, obtenido en el círculo privilegiado y coa un cuadro que contaba en sus filas, figuras de relevantes condiciones.
En los conjuntos nominados precedentemente, revistaban en ellos, jugadores de transcendental jerarquías que aún son muchos los que recuerdan con nostalgias en sus corazones.
No quisiera extenderme mayormente en mencionar nombres porque la lista es muy extensa. Pero, entre ellos, surgen figuras de la capacidad de Abel Casaux ‘El Chueco’, que hizo filigranas con la pelota, quién además, en la temporada anterior a que hace referencia Aizpitarte, defendió los colores de Sport Club, llamado por sus parciales ‘El Expreso 1933’. Juan Carlos ‘Neca’ Ham, jugador bien plantado de back (denominación, como tantas otras, de aquella época), destacóse en Atlético, más tarde en Ever Ready de Dolores, Mar del Plata, y otras localidades en que prestó su concurso. En los amarillentos diarios y publicaciones, se refleja su singular trayectoria. Y hoy, a pesar de haber doblado las siete décadas, conserva aún algo de su porte veinteañero...
Juan Carlos 'Neca' Ham (1º a la izq.) junto a Oillataguerre, Cognini y Burgos, integrantes del Club Atlético en 1934
De lo rescatado con pasión del pasado, solo nos resta rendir un efusivo homenaje de recordación para los que sobreviven de aquella jornada que alude Aizpitarte, y para los otros que el destino tronchó sus vidas, va el cariñoso y emocionado recogimiento a sus méritos de deportistas.
Lamentablemente, entre la cita de nombres desaparecidos tendremos que mencionar a Julio de Jesús, fallecido hace escaso tiempo en la Capital Federal. ‘El gallego’ -como lo distinguían sus allegados- llegó a Ayacucho al finalizar la década del ’20 y seguidamente se alistó en Defensores y posteriormente en Atlético. Fue él, un jugador de excepcionales condiciones y de espíritu incansable. Hace algo más de 30 años, de Jesús, regresó definitivamente a la Capital Federal de donde había arribado y actualmente residía.
Bueno, sin herir susceptibilidades, eran otros tiempos. No había directores técnicos, masajistas, vestuarios, las camisetas no llevaban numeraciones, jueces de negro sin tarjetas amarillas ni rojas y una serie de etcéteras. Pero sí, ante todo, se caracterizaban los jugadores por el amor a los colores que defendían llevándolos bien adentrados en sus corazones.
(artículo de José Didío, maestro de periodistas ayacuchenses, publicado en el diario “La Verdad” del martes 6 de Noviembre de 1984, pág. 9)
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