¿Cómo se da tu llegada a la Selección?
Antiguamente, salvo la famosa Copa “Béccar Varela", la selección no tenía mucha competencia y llego a jugar en ella, si mal no recuerdo, por el recordado ‘Bocha’ Giangiobbe, también de Estrada.
Alterné buenas y malas, después tuve a Alfredo Torrisi con quien tengo una anécdota bárbara un día que fuimos a jugar contra la Selección de Rauch: “hacía un frío terrible, descomunal, él repartía la ropa “tomá fulano (el pantalón y el buzo), tomá mengano, yo me puse la camiseta y quedé así nomás en pantalones cortos y me dice “ponete el buzo Rojito”.
"No, que me voy a poner el buzo si me tapa" -era inmenso-, y 'poneteló' y 'poneteló' y que sí y que no. “Bueno, si no te lo ponés no vas a jugar”, y le contesto "Pero porqué no te vas a la mierda" y ahí nomás me saqué todo y lo tiré al piso.
Recuerdo que me salvó el ‘Gordo’ Coscia que integraba la delegación y era de Estrada. A la semana se pelearon con el ‘Zurdo’ Mingone y lo dejaron 6 mese afuera de la Selección.
Después llega la etapa de Dodero…
Pero tuve un problema grande con Dodero. El primer partido lo jugamos un día de semana contra Tandil ese día hizo los dos goles de penal el ‘Zurdo’ Mingone. Miro el vestuario y la gente que había dentro y veo que lo pone a ‘Pocho’ Guisande de wing, a ‘Carita’ Gourriet de ‘8’, que era ‘6’, lo puso a ‘Chichilo’ Echavarría, que era ‘2’, de ‘9’, al ‘Zurdo’ Mingone de ‘10’, era ‘11’ ahí nomás sabés cómo me saqué, saqué toda la ropa y tiré todo al diablo. ¿Qué le pasa? -me dice. No, ¿cómo va a jugar gente en su puesto que no es el que le corresponde? Pruebemé a mí, si ve que a los 10 minutos no ando me saca, usted me tiene que probar a mí. “No, ya lo va a ver” -me responde.
Que no y que no, la cuestión es que empieza el amistoso y mis compañeros ‘lavándome la cabeza’ hasta que me ablandaron. Me cambié y en el segundo tiempo me metió. No salí nunca más y jugando de ‘9’, hizo unos amistosos y yo de ‘9’. Un día viene y me dice, tenía razón, “Negrito, vos andás bien de ‘9’ pero no tenés cuerpo, no tenés altura, te voy a pasar de wing”. Y bueno, arranqué de wing, posición en la que no había jugado nunca. A ‘Pocho’ Guisande no le iba a sacar el puesto ni en broma, así que lo tuve que asimilar.
Pasó después que la gente me decía “que ligero sos Rojito” y dale con eso y yo no me daba cuenta hasta que empecé a jugar en esa posición y le tiraba la pelota larga a los marcadores y los pasaba y me empecé a convencer de aquello que me decía la gente.
Y empecé a andar bien, en un partido contra Necochea me cambiaron 3 marcadores durante el partido. Había comenzado jugando de ‘4’ un tal Guerra que había jugado en las divisiones inferiores de Lanús y lo cansé, encima de la tribuna me gritaban, hacía de cuenta que era un torpedo ese día. Al rato lo sacaron a Guerra y entró otro marcador y al rato un tercero. Tres tipos me cambiaron en el mismo partido. Ganamos, y de suerte, 1 a 0, Necochea tenía un equipazo.
La tribuna era algo bárbaro, yo cuando me nombraban al comienzo del partido y le gente me ovacionaba hacía de cuenta que me habían ‘pichicateado’.
¿Tuviste algún técnico que te marcó en tu carrera?
Mirá, en general, ni Dodero mismo. Capaz que me dirigió mejor dentro de la cancha Miguel Ángel Vidal que él. Porque Vidal no hablaba nada pero te agarraba en el colectivo y te aconsejaba así como también el padre del ‘Petiso’ De Mattei quien me decía "vos, Rojito, tenés que hacer esta y tratar de disparar y frenar de golpe y tirar el centro con la derecha y no mirés y siempre el centro al segundo palo cosa que cuando vas a tirar el centro al levantar la vista vos ya lo hiciste" y muchas cositas así que servían mucho. Me daban muy buenos consejos y me hice muy amigo de los dos.
Si le reconozco a Dodero el orden que puso pues sino el jugador hace lo que quiere. Cuando lo saca a Eloiza para ponerlo a Próspero tuvo que explicarle los motivos pero lo sacó y lo sacó. A mí me sacaba siempre a los 10 minutos del segundo tiempo, en esos cambios que ya están ‘cantados’.
En nuestro Estadio Municipal junto a la Selección de Don Miguel Ángel Dodero
¿Te motivaba salir a jugar de visitante con la Selección?
Yo tuve una suerte grande, me gustaba mucho jugar de visitante. Los mejores partidos míos siempre eran de visitante. En Dolores, en vez de haber alambrado olímpico había dos alambres lisos, alambre común, menos lindo, ahí te decían de todo y yo me agrandaba. Después en Balcarce, la tribuna estaba llena, y me gritaban de todo. Me pongo de espaldas a ellos y llevo mis manos hacia atrás y les hago este gesto (hace un círculo con el índice y el pulgar de una mano e introduce en él el pulgar de la otra mano) y Domínguez se volvía loco y me gritaba “Negrito, no hagás eso”. Los de Balcarce me querían matar, yo los cargaba.
¿De los jugadores que vinieron en esa época de afuera a jugar a nuestra Selección, quién fue el mejor a tu gusto?
Me acuerdo cuando vinieron Crosta y Diz, creo que ficharon por Sarmiento, en un partido contra Estrada vengo a la carrera y le hago un caño a Diz y Crosta le gritaba “tené cuidado con ese negrito, cerrá las piernas”. Lo cargaba al otro. Una anécdota de juego, pero esos dos eran buenos. Miguel Ángel Vidal otro jugadorazo, parecía que él no estaba jugando, bajaba la pelota con una calidad tremenda. El ‘loco’ Rosales también un jugador bárbaro.
¿Cuál fue la alegría más grande que te dio el fútbol de Ayacucho?
La Selección del ’68. Para mí el triunfo por 2 a 1 en Coronel Pringles, donde hice un gol, es algo inolvidable. Aparte del gol, calculo que si le ponés puntaje a mis compañeros en ese partido, ninguno baja de un 8. Así como hoy los jugadores del Barcelona juegan todos para un gran puntaje, ese día fue espectacular para nosotros.
Nuestra selección en Coronel Pringles, antes de derrotarlo por 2 a 1 en 1968
¿Si tuvieras que hacer un ‘once’ ideal de jugadores ayacuchenses con los que jugaste, cómo formaría?
En el arco Alberto Volontín ó Eduardo González, cualquiera de los dos. De ‘4’ el ‘Gringo’ Sajama, en la zaga ‘Chichilo’ Echavarría y ‘Carita’ Gourriet, sin olvidarnos de ‘Gallina’ Escudero, y de ‘3’ ‘Agüita’ Fiorentino como jugador técnico ó ‘Curucho’ Cángaro, jugador más ‘guerrero’.
En el medio de ‘8’ Carlitos Tomaso, de ‘5’ el ‘Chileno’ Barraza y de ‘10’ el ‘Gallego’ Sayago y arriba de ‘7’ ‘Pocho’ Guisande, lo mejor. De él aprendí muchas cosas que las hago hoy de veterano, desmarque, etc. De ‘9’ el ‘Tortita’ González ó ‘Guya’ Moris y de ‘11’ el ‘Zurdo’ Mingone. Una zurda terrible y yo también aprendí de él.
Una vuelta me encontraba corriendo en el Estadio, fuera de la cancha, y bajo uno de los pinos el ‘Zurdo’ haciendo gimnasia. Yo decía, 'cuando sea más grande yo voy a ser como él', salir a correr y hacer gimnasia solo o acompañado pero hacerlo y él lo hacía. Un día Sarmiento lo llevó solo para jugar la final y él nos metió el gol del triunfo.
¿Qué amigos te dejó el fútbol?
Con el ‘Gallego’ Sayago somos bastante amigos, más que amigos y otro gran amigo del fútbol de veteranos es José Larraya, muy buen pibe, también ganado gracias al fútbol.
Mediados de los '80, el Negro (1º abajo a la izquierda) junto al equipo de "La Alcoba"
¿Te quedaron cosas pendientes en el fútbol?
No. Estoy muy conforme con lo que me ha dado el fútbol. A los 60 años pensaba dejar de jugar y lo hago hasta la actualidad y pareciera que Dios me ayuda y me pide “un poquito más Rojito, y un poquito más”.
¿Y qué se siente jugar a la par de jóvenes con los 66 años que vos tenés?
Cuando alguien te dice “que bien andás Rojito, que físico tenés, como corrés” yo voy el martes a Independiente y hago 10 sesiones más de gimnasia. Me motiva. Cuando hago una jugada y ves como lo disfrutan chicos como los hermanos Sayago me siento bárbaro y siento que me aprecian como persona.
Hace un par de años atrás jugando junto a los veteranos del C.E.F. Nº 32 en la cancha de Ferrocarril Sud de Tandil
¿Cómo fue el retiro, te costó?
Lo asimilé lindo pues salí campeón con Sarmiento a los 36 años y con Estudiantes a los 37. Yo había dejado el fútbol a los 36 años y a Estudiantes le había ido mal con los jugadores que había traído de afuera y un día se aparece en casa ‘Clarete’ Escudero con ‘Tito’ Martínez y me dicen “te veníamos a buscar para jugar al fútbol, sacanos del apuro”. "No -les contesto-, ya dejé" (aunque seguía haciendo gimnasia y saliendo a correr). "No -me insisten- sacanos del apuro, aunque sea uno o dos partidos". Acepto y fuimos con el ‘Tono’ Stato ¡mirá que refuerzos! El ‘Tono’ duró un partido y yo seguí, el DT era Carlitos Próspero, y empezamos a ganar y nos ubicamos entre los cuatro primeros, que después definimos el torneo, y salimos campeones.
Pero en esa final (victoria 3-2 sobre Defensores) vos no jugaste ¿no?
No, un partido antes me había enojado con Próspero. Yo era siempre el primero en llegar al vestuario, siempre lo fui y ya me tenía cansado que siempre me sacaba a los 5 ó 10 minutos del segundo tiempo. Entonces empecé a tardar y a tardar y cuando ví que ya estaban todos los jugadores cambiados afuera del vestuario para empezar el partido me meto al vestuario y estaban solamente Próspero y ‘Clarete’ Escudero y me dicen “dale Rojito, cambiate, dale”. "No, primero vamos a hablar unas palabras" les digo. Te pido que cuando me saques lo hagas en el entretiempo (para no quemarme), yo sé que no estoy para jugar muchos minutos (jugábamos un tiempo yo y el otro Juan ‘la Coneja’ Flores) pero sacame en el entretiempo no cuando comienza el segundo. ¡No sabés como se enojó, se alzó por el Diablo, menos lindo me dijo cualquier cosa! Muy mal hablado. ‘Clarete’ miraba y me decía “pero Rojito, yo te he cumplido…”. No ‘Clarete’ yo con vos estoy más que conforme. Y yo había firmado la planilla y le dije a Próspero “bueno, te juego este partido y no juego más”.
Al final fui como salvación, no anduve mal y salí campeón. Todavía después de todo Eduardo Pilatti y otros compañeros me llevaron ‘de prepo’ al club pues yo no quería ir.
¿Cómo ves el hecho de competir con Tandil, Rauch y Benito Juárez?
Me gusta, sobre todo por el tema de las divisiones inferiores porque si no falta competencia. Al no haber competencia y como está la vida hoy los chicos se te aburren y van hoy y no van más. En cambio con 15 partidos por año la cosa cambia para ellos.
Yo recuerdo que en mis tiempos, de divisiones inferiores, íbamos al Estadio con los botines colgando del cuello y si no tenías botines no jugabas y jugaban 11 e iban 15 por si alguno no tenía botines.
¿Cómo ves el fútbol de hoy?
Ahora dicen que hay más marca y otras cosas, pero el otro día esa final entre Sarmiento y La Fusión me decepcionó terriblemente. Gente falta de estado, falta de fútbol, faltos de ganas, etc.
Mirá cuando vos te metés en la cancha para jugar una final te olvidás hasta de la tribuna. No sabés si hay 5, 10 o la tribuna está llena. Ni lo notás, notás un murmullo. Pero ese día no ví nada, a veces escuchás la radio y la 'manija' que le dan a algunos jugadores que pensás en si está equivocado el de la radio o uno.
El otro día decía acerca de esa final que si hubiera que ponerle un puntaje a los jugadores los arqueros sobresalieron, van a seguir sobresaliendo y se van a mantener pero del resto de jugadores de campo, de los 20 no sacás a ninguno. Ví jugadores apáticos.
Después de una carrera tan larga, de tanta experiencia en el fútbol, ¿qué consejo le darías a un chico que se está iniciando en este deporte?
Mirá, yo tengo un nieto que tiene 10 años y no le inculco que juegue bien o mal pero siempre le digo que sea modesto y jugar, tratar de aprender a jugar. Yo tengo una anécdota con él. Mi nieto más grande había dejado el fútbol y a mí me gusta con locura pasión que heredó mi otro nieto, Matías. Entonces me decía “abuelo ¿cuándo vas a ir a verme jugar?” Yo te voy a ir a ver cuando vos te decidas a ser un jugador de fútbol y un día me le aparecí de callado en el Club de Pesca. Estaba nervioso, y no le dije nada si había jugado bien o mal, lo único que le dije es “seguí así”. Me gusta cómo juega y creo que tiene condiciones.
Junto a su máximo ídolo, Ricardo Bochini, y sus dos nietos, Jeremías y Matías
Los argumentos claros, apasionados, de un hombre que bien pudo haber escogido otro camino en su vida pero que apostó por el del trabajo, el sacrificio y la humildad, dando a sus hijos comida, educación, una vivienda digna y, fundamentalmente, el legado de un apellido limpio y respetado.
Una persona de bien que, celebro, me distinga con su amistad.
El 'Negro' Rojo, un gran futbolista quien desbordó a la vida… en su mejor gambeta.
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