viernes, 26 de diciembre de 2014

Alberto 'Paisano' Gadea


Para esta columna del recuerdo hemos invitado a una figura muy conocida y apreciada en nuestra ciudad, Labardén y Guido (‘Mi segunda ‘Patria chica’’, como la llama), que ha hecho del deporte una motivación en sus años mozos y que se ha ganado el cariño y el respeto de quienes lo vimos en plena acción.

Se trata del ‘Paisano’ Alberto Gadea que tiene para mostrar y sentirse orgulloso una rica trayectoria caracterizada por lo extensa en una época de muy buenos valores.

Nos recibió junto con su esposa Stella Maris en la vieja casa de los Gadea, en calle Almafuerte, donde también se encontraba de visita su tío ‘Tono’ García y su esposa ‘Pita’, con quienes recordamos cosas de antes. Allí, entre mate y mate, comenzamos a hilvanar los recuerdos que fueron aflorando en la charla.

 Alberto y la pelota, su inseparable compañera

Mejor dejemos que nos cuente él mismo... "Empecé a jugar al fútbol un poco por casualidad. Yo estaba en el Colegio San José de Tandil y me encontraba un fin de semana de paseo cuando me acerqué a la Plaza ‘De la cruz’ (hoy Terminal de Ómnibus, en ese tiempo cancha del Sport Club -hoy Club Atlético Sarmiento-), donde se estaba jugando un ‘picado’ muy disputado. Me invitaron a jugar para ocupar uno de los arcos. Yo acepté gustoso, si en el San José, en los Campeonatos Intercolegiales jugaba de arquero. Resultado: las atajé todas y un amigo, Leandro Eloiza, al enterarse que no estaba fichado para nadie me llevó a Defensores", nos dice el ‘Paisano’.

¿Cómo seguimos?

Allí en Defensores, con 14 años comencé en Tercera, pero me ponían de wing. Como tuve la suerte de hacer unos goles, al arco no iba de casualidad. Seguí insistiendo y al fin me probaron en Segunda. Recuerdo que en ese partido atajé dos penales y al preguntarle a Don Ángel Sosa, el dirigente que armaba el cuadro, me respondió: ‘Una buena tarde la tiene cualquiera’. Así seguí en Tercera y Segunda, y algunos partidos en Primera, hasta que llegó 1947.

¿Qué pasó ese año, Alberto?

Llegando al final, y faltando dos fechas, Defensores necesitaba tres puntos para salir Campeón. Se acostumbraba a reunirse los sábados a la noche en el Club, donde se daba la formación del equipo para el día siguiente. Allí, el DT Ángel Sosa, al leer el equipo me nombra a mí. De esa noche me quedaron dos recuerdos imborrables. Uno grato: la alegría de jugar las finales. Y el otro no tanto, al ver la amargura del ‘Pelado’ Traiani, que había jugado la mayoría de los partidos.

Alberto descuelga un centro, una postal de mediados de la década del '50

¿Y cómo te fue en esas dos últimas fechas?

Bien, bien..., porque le ganamos dos a uno a Ferroviario y empatamos uno a uno con Independiente, para coronarnos Campeones.

¿Cómo sigue tu carrera?

Por un problema con un dirigente que no vale la pena mencionar, me fui de Defensores y gané un ‘Preparación’ con Sport Club. Al estar libre, el Dr. ‘Tito’ Spiltanick me llevó a Obras Sanitarias, equipo con el que, al ser nuevo y estar formado por muchos jóvenes, nos ‘comíamos’ una goleadas terribles. Estuve un año.

¿Ahí es donde se produce tu ingreso a Independiente?

Sí, prácticamente me llevó la hinchada, o la ‘barra’ del ‘rojo’, donde había muchos amigos. Después de verme atajar contra ellos en Obras, insistieron en que vaya. Allí estuve diez años ininterrumpidos, integrando el equipo Campeón de los cinco años seguidos, hasta 1960, en que me fui a jugar a Independiente de Maipú, donde estuve dos años, salimos Campeones. Terminé jugando, ya de veterano, en el Torneo Agrario en Labardén con 37 años.

 
   Alberto (arriba, 4º empezando desde la izq.) jugando en Labardén el Torneo Agrario a mediados de los '60

Jugaste en la Selección también...

Integré varios años el Combinado, donde fui Capitán, alternábamos la valla con ‘Guya’ Moris. Jugué varios Campeonatos Argentinos por la Copa ‘Adrián Béccar Varela’ y era el titular en aquel partido del famoso lío contra Tandil, en la vieja cancha de la Liga, donde perdimos.

La selección ayacuchense el día del lío con la selección tandilense (1960)

Imagino que tendrás muchas anécdotas de esos años...

Sí, tengo muchas, pero te voy a contar solamente dos. Jugando para Defensores la Final contra Independiente, en 1947, siendo el árbitro ‘Chichín’ Pérez, íbamos ganando uno a cero y nos cobra un penal en contra. Se preparó ‘Pocho’, que era el ‘terror’ de los arqueros, y no sé si por intuición o suerte, se lo atajé, pero el referí lo anuló y lo hizo patear de vuelta. Allí sí me ‘mató’ porque la ‘colgó’ en un ángulo. Terminamos uno a uno y fuimos Campeones por un punto.

¿Y la otra, Alberto...?

Era en la época ‘dulce’ de los cinco Campeonatos con Independiente. Un año iba más de la mitad del Campeonato y yo llevaba la valla invicta, cuando al salir en un partido para el segundo tiempo, ‘Chichín’ Simonetti, que era mi fullback, me dijo: ‘Me parece que hoy perdés el invicto, ‘Paisano’...’. Hasta el día de hoy no sé si fue mala suerte o a propósito nomás, porque él mismo me metió un gol en contra de cabeza. Fue inatajable: entró en un ángulo.

 'Chichín' Simonetti parado, abajo Alberto Gadea

Trayectoria
1942            Defensores (2ª y 3ª división)
1946-1948   Defensores (1º división)
1949            Obras Sanitarias
1950-1960   Independiente
1961-1962   Independiente (Maipú)
1963-1965   Torneo Agrario (Labardén)

 
MEJOR EQUIPO QUE INTEGRÓ
Sin dudas el Independiente de los cinco Campeonatos seguidos, que con algunas variantes formaba así: Yo al arco: ‘Chichín’ Simonetti y ‘Pelusa’ Cestona atrás; ‘Cartucho’ Labala, Couyoupetrou o Cabarrou y Melillo al medio; ‘Pocho’ Pérez, mi hermano ‘Pocho’ Gadea, Ceresini, ‘Oreja’ Pérez y ‘Tarulo’ Pérez y ‘Pipo’ Cestona o el ‘Tarta’ Lara adelante.

LOS RIVALES QUE MÁS LO COMPLICARON
Principalmente ‘Pocho’ Pérez. Tenías que estar atento todo el partido, porque igual te pateaba desde la mitad de la cancha. ‘Piscía’ Vargas fue otro, por la gran habilidad que tenía, y también Kiuber, de Ferroviario.

LA MEJOR SELECCIÓN QUE INTEGRÓ
Jugaba yo al arco; ‘Chichin’ Simonetti y ‘Cachila’ Ciganda atrás; Mazzantti, el ‘Negro’ Basualdo y el ‘Paisano’ Milloc al medio; y adelante ‘Pocho’, ‘Oreja, Ceresini, el ‘Gringo’ Varretone y el ‘Zurdo’ Mingone.

LOS MEJORES DE LA ÉPOCA
Había muchos y muy buenos. Los hermanos ‘Choclo’ y ‘Pocho’ Chinicola, Lirio Losinno y Emilio Carloni eran dos señores del área. El ‘Tolo’ Teruggi, ‘Ñato’ Cabrera, Ceresini, que era un maestro jugando de espaldas al arco, los hermanos Aiello, Bruno Varretone y en mi puesto ‘Guya’ Moris. De esos me acuerdo más, pero había muchísimos grandes jugadores.

El ‘Paisano’ Alberto Gadea se queda en su casa, atesorando con su familia los recuerdos de aquellos años que ya no volverán. ‘Te cuento algo que más que una anécdota, para mí es un orgullo. Estando en Defensores, alcancé a jugar un partido de compañero con Pedro ‘El Chileno’ Barraza, que fue elegido en la votación que organizaron ustedes desde el Semanario, como el mejor jugador de la historia de nuestro fútbol. Eso es un orgullo para mí’, dice con emoción.

 El 'Paisano' (arriba, 2º desde la derecha) con el plantel Campeón 1958 del Club Atlético Independiente, la institución en donde jugó una década.

En su vida, alternando su estadía en nuestra ciudad con su casa de General Guido, el ‘Paisano’ mira desde lejos sus recuerdos, aquellos muchos y muy buenos, sabiendo que todo pasó, y que ya no volverá.
Usted se preguntará por qué lo elegimos... Porque es un pedazo grande de la historia de Independiente y del fútbol local, porque fue un muy buen arquero, el clásico que se define como ‘los de antes’, y porque es, fundamentalmente, una muy buena persona.
¿Le parece poco...? Su recuerdo está para que usted lo disfrute, amigo lector. 
Él se lo merece...

(reportaje de José Antonio Pintos publicado en el suplemento ‘Sport/7’, del diario ‘Calle/7’, edición Nº 217, martes 24 de Septiembre de 1996, pág. 4)

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