Para esta columna
del recuerdo hemos invitado a una figura muy conocida y apreciada en nuestra
ciudad, Labardén y Guido (‘Mi segunda ‘Patria
chica’’, como la llama), que ha hecho del deporte una motivación en sus
años mozos y que se ha ganado el cariño y el respeto de quienes lo vimos en
plena acción.
Se trata del ‘Paisano’
Alberto Gadea que tiene para mostrar y sentirse orgulloso una rica trayectoria
caracterizada por lo extensa en una época de muy buenos valores.
Nos recibió
junto con su esposa Stella Maris en la vieja casa de los Gadea, en calle Almafuerte,
donde también se encontraba de visita su tío ‘Tono’ García y su esposa ‘Pita’,
con quienes recordamos cosas de antes. Allí, entre mate y mate, comenzamos a
hilvanar los recuerdos que fueron aflorando en la charla.
Alberto y la pelota, su inseparable compañera
Mejor dejemos
que nos cuente él mismo... "Empecé a
jugar al fútbol un poco por casualidad. Yo estaba en el Colegio San José de
Tandil y me encontraba un fin de semana de paseo cuando me acerqué a la Plaza ‘De
la cruz’ (hoy Terminal de Ómnibus, en ese tiempo cancha del Sport Club -hoy Club
Atlético Sarmiento-), donde se estaba jugando un ‘picado’ muy disputado. Me invitaron a
jugar para ocupar uno de los arcos. Yo acepté gustoso, si en el San José, en
los Campeonatos Intercolegiales jugaba de arquero. Resultado: las atajé todas y
un amigo, Leandro Eloiza, al enterarse que no estaba fichado para nadie me
llevó a Defensores", nos dice el ‘Paisano’.
¿Cómo seguimos?
Allí en Defensores, con 14 años comencé en Tercera,
pero me ponían de wing. Como tuve la suerte de hacer unos goles, al arco no iba
de casualidad. Seguí insistiendo y al fin me probaron en Segunda. Recuerdo que
en ese partido atajé dos penales y al preguntarle a Don Ángel Sosa, el
dirigente que armaba el cuadro, me respondió: ‘Una
buena tarde la tiene cualquiera’. Así
seguí en Tercera y Segunda, y algunos partidos en Primera, hasta que llegó
1947.
¿Qué pasó ese año, Alberto?
Llegando al final, y faltando dos fechas, Defensores
necesitaba tres puntos para salir Campeón. Se acostumbraba a reunirse los
sábados a la noche en el Club, donde se daba la formación del equipo para el
día siguiente. Allí, el DT Ángel Sosa, al leer el equipo me nombra a mí. De esa
noche me quedaron dos recuerdos imborrables. Uno grato: la alegría de jugar las
finales. Y el otro no tanto, al ver la amargura del ‘Pelado’ Traiani, que había
jugado la mayoría de los partidos.
¿Y cómo te fue en esas dos últimas fechas?
Bien, bien..., porque le ganamos dos a uno a
Ferroviario y empatamos uno a uno con Independiente, para coronarnos Campeones.
¿Cómo sigue tu carrera?
Por un problema con un dirigente que no vale la pena
mencionar, me fui de Defensores y gané un ‘Preparación’ con Sport Club. Al estar
libre, el Dr. ‘Tito’ Spiltanick me llevó a Obras Sanitarias, equipo con el que,
al ser nuevo y estar formado por muchos jóvenes, nos ‘comíamos’ una goleadas
terribles. Estuve un año.
¿Ahí es donde se produce tu ingreso a Independiente?
Sí, prácticamente me llevó la hinchada, o la ‘barra’
del ‘rojo’, donde había muchos amigos. Después de verme atajar contra ellos en
Obras, insistieron en que vaya. Allí estuve diez años ininterrumpidos,
integrando el equipo Campeón de los cinco años seguidos, hasta 1960, en que me
fui a jugar a Independiente de Maipú, donde estuve dos años, salimos Campeones.
Terminé jugando, ya de veterano, en el Torneo Agrario en Labardén con 37 años.
Alberto (arriba, 4º empezando desde la izq.) jugando en Labardén el Torneo Agrario a mediados de los '60
Alberto (arriba, 4º empezando desde la izq.) jugando en Labardén el Torneo Agrario a mediados de los '60
Jugaste en la Selección también...
Integré varios años el Combinado, donde fui Capitán, alternábamos
la valla con ‘Guya’ Moris. Jugué varios Campeonatos Argentinos por la Copa ‘Adrián
Béccar Varela’ y era el titular en aquel partido del famoso lío contra Tandil,
en la vieja cancha de la Liga, donde perdimos.
Imagino que tendrás muchas anécdotas de esos años...
Sí, tengo muchas, pero te voy a contar solamente dos.
Jugando para Defensores la Final contra Independiente, en 1947, siendo el árbitro
‘Chichín’ Pérez, íbamos ganando uno a cero y nos cobra un penal en contra. Se
preparó ‘Pocho’, que era el ‘terror’ de los arqueros, y no sé si por intuición
o suerte, se lo atajé, pero el referí lo anuló y lo hizo patear de vuelta. Allí
sí me ‘mató’ porque la ‘colgó’ en un ángulo. Terminamos uno a uno y fuimos
Campeones por un punto.
¿Y la otra, Alberto...?
Era en la época ‘dulce’ de los cinco Campeonatos con
Independiente. Un año iba más de la mitad del Campeonato y yo llevaba la valla
invicta, cuando al salir en un partido para el segundo tiempo, ‘Chichín’
Simonetti, que era mi fullback, me dijo: ‘Me
parece que hoy perdés el invicto, ‘Paisano’...’. Hasta el día de hoy no sé si fue mala suerte o a propósito nomás,
porque él mismo me metió un gol en contra de cabeza. Fue inatajable: entró en
un ángulo.
'Chichín' Simonetti parado, abajo Alberto Gadea
Trayectoria
1942 Defensores (2ª y 3ª división)
1946-1948 Defensores (1º división)
1949 Obras Sanitarias
1950-1960 Independiente
1961-1962 Independiente (Maipú)
1963-1965 Torneo Agrario (Labardén)
MEJOR EQUIPO QUE
INTEGRÓ
Sin dudas el Independiente de los cinco Campeonatos
seguidos, que con algunas variantes formaba así: Yo al arco: ‘Chichín’
Simonetti y ‘Pelusa’ Cestona atrás; ‘Cartucho’ Labala, Couyoupetrou o Cabarrou
y Melillo al medio; ‘Pocho’ Pérez, mi hermano ‘Pocho’ Gadea, Ceresini, ‘Oreja’ Pérez
y ‘Tarulo’ Pérez y ‘Pipo’ Cestona o el ‘Tarta’ Lara adelante.
LOS RIVALES QUE
MÁS LO COMPLICARON
Principalmente ‘Pocho’ Pérez. Tenías que estar atento
todo el partido, porque igual te pateaba desde la mitad de la cancha. ‘Piscía’
Vargas fue otro, por la gran habilidad que tenía, y también Kiuber, de
Ferroviario.
LA MEJOR
SELECCIÓN QUE INTEGRÓ
Jugaba yo al arco; ‘Chichin’ Simonetti y ‘Cachila’ Ciganda
atrás; Mazzantti, el ‘Negro’ Basualdo y el ‘Paisano’ Milloc al medio; y
adelante ‘Pocho’, ‘Oreja, Ceresini, el ‘Gringo’ Varretone y el ‘Zurdo’ Mingone.
LOS MEJORES DE
LA ÉPOCA
Había muchos y muy buenos. Los hermanos ‘Choclo’ y ‘Pocho’
Chinicola, Lirio Losinno y Emilio Carloni eran dos señores del área. El ‘Tolo’
Teruggi, ‘Ñato’ Cabrera, Ceresini, que era un maestro jugando de espaldas al
arco, los hermanos Aiello, Bruno Varretone y en mi puesto ‘Guya’ Moris. De esos
me acuerdo más, pero había muchísimos grandes jugadores.
El ‘Paisano’
Alberto Gadea se queda en su casa, atesorando con su familia los recuerdos de
aquellos años que ya no volverán. ‘Te
cuento algo que más que una anécdota, para mí es un orgullo. Estando en
Defensores, alcancé a jugar un partido de compañero con Pedro ‘El Chileno’
Barraza, que fue elegido en la votación que organizaron ustedes desde el Semanario, como el mejor jugador de la historia de nuestro fútbol. Eso es un orgullo para mí’,
dice con emoción.
El 'Paisano' (arriba, 2º desde la derecha) con el plantel Campeón 1958 del Club Atlético Independiente, la institución en donde jugó una década.
En su vida,
alternando su estadía en nuestra ciudad con su casa de General Guido, el ‘Paisano’
mira desde lejos sus recuerdos, aquellos muchos y muy buenos, sabiendo que todo
pasó, y que ya no volverá.
Usted se
preguntará por qué lo elegimos... Porque es un pedazo grande de la historia de
Independiente y del fútbol local, porque fue un muy buen arquero, el clásico
que se define como ‘los de antes’, y porque es, fundamentalmente, una muy buena
persona.
¿Le parece
poco...? Su recuerdo está para que usted lo disfrute, amigo lector.
Él se lo merece...
Él se lo merece...
(reportaje de
José Antonio Pintos publicado en el suplemento ‘Sport/7’, del diario ‘Calle/7’,
edición Nº 217, martes 24 de Septiembre de 1996, pág. 4)
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