Tus buenas actuaciones te llevan a la selección y ahí te encontrás con
uno de los mejores entrenadores que tuviste ¿no?
Sí, lógicamente, Miguel Ángel Dodero.
Él viene acá en 1965, creo que el Presidente de la Liga era Tomasito Moro.
Antes el Campeonato Argentino de selecciones se jugaba a un solo partido,
perdías y afuera. A Ayacucho le tocaba jugar con Tandil, que venía de ser
Campeón Provincial.
Calculá que fuera Septiembre de 1965, se citaron a los
jugadores y se empezó a entrenar de lunes a sábados, después se hizo la
depuración del plantel para jugar recién ese partido en Abril de 1966.
En
Octubre empezamos a hacer partidos amistosos y me acuerdo que Tomasito decía
“ningún partido para la Ruta 2, todo para este lado” y pasaba que para este
lado era rivales más fuertes: Azul, Tres Arroyos, Necochea, etc.
Jugamos un día con General
Madariaga y le hicimos 6 goles y teníamos un estado físico infernal, nos
entrenaba Pablito Brand. Yo iba a mi casa, en la Avenida Solanet, cenaba y me
quedaba dormido en la mesa, terminado, además cero grasa, cero nada. Un día
fuimos a jugar a Olavarría y cuando termina el primer tiempo perdíamos 3 a 1 y
lo pasamos a ganar 4 a 3 en el segundo tiempo y les regalaron un penal sobre la
hora para que empataran pero ellos pedían la hora, no querían más. Me acuerdo
que jugaba ‘Picho’ De Felippe y ellos tenían un wing derecho que era muy ligero
y lo tenía a mal traer a ‘Picho’, porque el tipo también tenía un estado físico
bárbaro, y Dodero lo sacó a ‘Picho’ y lo puso a ‘Curucho’ Cángaro. ‘Curucho’
siempre estuvo muy bien físicamente, así que imagínate entrenado, lo mató, lo
terminó. Lo pasaba, le quitaba la pelota y el tipo recaliente pero era el gran
estado físico que todos nosotros teníamos.
Bueno, la cuestión que hacemos
unos cuantos amistosos, nos va bastante bien, y llegamos al partido con Tandil
acá en el Estadio. Los días previos era una cosa infernal el ambiente, la gente
que en la calle nos pedía que le ganásemos a Tandil, gente grande como el Dr.
Albano, un clima bárbaro.
17 de Abril de 1966, ingresa Ayacucho al campo de juego para jugar con Tandil, último campeón provincial
Llega el día del partido, termina
el primer tiempo 1 a 1 y en el segundo tiempo les metimos tres goles más. Fue
algo contundente, los matamos, los liquidamos físicamente yo perdí cerca de
tres kilos ese día. La sorpresa, primer partido y Tandil afuera, no es que
tenés revancha, afuera. Aníbal Eloiza, hoy viviendo en Mar del Plata, trabajaba
conmigo en lo de Curutchet y me había cargado toda la semana con Eresuma y yo le
decía que se lo iba a tirar a la tribuna y él me cargaba a propósito, me daba
‘manija’ y ahí en la foto se acerca, después del partido, a saludar y yo le
preguntaba “¿dónde está el 'Colorado' Eresuma?”.
Aníbal Eloiza se acerca a saludar a 'Carita' y a Osvaldo Crosta
Recuerdo la locura de la gente,
el Dr. Albano se metió a la cancha de traje. En ese partido Dodero me puso de
‘6’ y a ‘Coco’ Milloc, que era ‘5’, lo puso de ‘2’ entonces nosotros no le
revoleábamos la pelota. Al ‘Paisano’ había que matarlo para pasarlo.
He escuchado que una de las grandes virtudes de Dodero era encontrarle
a cada jugador su puesto y sacarle lo mejor.
Yo jugaba en la mitad de la
cancha y él un día en el medio de la cancha me agarra y me dice “miré Gourriet
no tengo un seis, ¿se anima a jugar?”. “De dos me animo más” -le respondo y agrega “pero yo preciso un seis” “y bueno Don Miguel vamos a ver que pasa” y
bueno… jugué ahí. Otra cosa que tenía era que armaba un equipo, hacía pocos
cambios y así te vas acostumbrando.
¿Y te gustó?
No mucho, no me gustaba, de ‘2’
si me gustaba y jugaba mejor de ‘2’ que de ‘6’ y jugar de volante todavía más
lindo. Jugando de ‘2’ me quedaba bárbaro para mi perfil y, con el tiempo, algún
partido he jugado en esa posición.
Dodero me hacía jugar casi de
doble ‘5’, esa era la idea, cuando avanzábamos yo me paraba en la mitad de la
cancha y a veces llegaba hasta el área. Esto que se ve hoy no es ningún
invento, porque además es obvio, si vos tenés atrás cuatro tipos parados para
marcar uno o dos no se justifica tenerlos ahí.
¿Con el paso de los años, de Dodero supiste algo más?
Alguien me dijo, no hace tanto,
que falleció. Yo lo ví a fines de los ’70 en su casa, creo que era por
Mataderos, en un edificio chiquito, arriba de todo vivía él. Era una muy buena
persona, muy sano, un señorito, una educación bárbara. Yo tenía muy buena
relación con él, hablábamos de tango, de libros, de música. Me acuerdo que
alguna vez, entrenando con él, hacía probar a los delanteros, para que lo
pasaran, y no lo podían pasar, se les quedaba con la pelota y ya era un hombre
grande. A mí me hacía dar la vuelta a la cancha con dos que me iban tirando la
pelota para que yo saltara y cabeceara y yo la lengua así… (risas)
Miguel Ángel Dodero, en su época de jugador del Racing Club
Una de las primeras cosas que me
enseñó es a amagarle al delantero, después yo eso se lo ví hacer a Perfumo y yo
pensaba “ah, esto era”. Perfumo nunca iba al bulto, siempre le amagaba al
delantero y donde el tipo duda perdió.
También acá encontró buena materia prima…
Sí, y sobre todo encontró muchachos
dóciles, muy futboleros que realmente tenían ganas de ir a jugar al fútbol.
Llegamos a 1968, la histórica campaña y todo un pueblo detrás…
Sí, ya había cambiado el formato
del torneo, arrancamos con Balcarce de visitante y
ganamos 2 a 1. Habíamos ido en un colectivo viejo y cuando veníamos llegando,
serían las 9 de la noche, le dijimos al colectivero “tocá bocina, tocá bocina,
hacé un poco de barullo”, dimos una vuelta a la plaza, el micro paró en la
esquina de la Municipalidad y se empezó a juntar gente. Al fin de semana
siguiente ganamos 1 a 0 acá y pasamos.
Al otro partido con Necochea
allá, vamos y empatamos 1 a 1, ese día debutó Vidal, ya habíamos viajado en un
colectivo mejor, cuando veníamos entrando de regreso por la Ruta 50, que era de
tierra, repetimos la cábala con el colectivero, yo venía con un dolor de cabeza
bárbaro, y nos sorprendió que en la Av. Solanet había gente esperándonos y que
habían escuchado el partido por Radio Necochea y, lógicamente, ya sabían del
resultado. Entramos por calle Irigoyen y empezó a venir gente y gente y gente y
el colectivo no podía llegar a “La Buen Gusto” por la cantidad de gente que
había, pasamos de largo y paramos en Estrada pues era un mar de gente.
Vino Necochea acá para la
revancha y ganamos 1 a 0 con gol de ‘Pocho’ Guisande, imagínate el despliegue
en el pueblo, había pasado bastante rato de finalizado el partido y todavía se
escuchaban los bocinazos, así que nosotros recién bañados y cambiados imagínate
lo ‘agrandados’ que salimos para el centro.
Ayacucho en el campo de juego esperando por el ingreso de la selección necochense
Al domingo siguiente vamos a
jugar a Dolores, así que se contrató un tren, no sé cuantos vagones llevaba, para
llevar la hinchada ayacuchense, allá ganamos 2 a 1 y cuando veníamos entrando,
en un “Río Paraná”, por la Sociedad Rural (Av. Solanet y Av. Italia) todo lleno
de autos hasta el centro.
Vino Dolores a la semana siguiente, acá empatamos 0 a
0 pero pasamos y ahora a buscar en el mapa, debíamos ir a Coronel Pringles.
Nosotros nos fuimos para allá el sábado a la mañana, pero fue impresionante la
cantidad de gente que fue de Ayacucho a seguirnos. Pringles era un poco el
‘cuco’ pero le ganamos 2 a 1 y jugamos muy bien. Ese día no jugó Miguel Ángel
Vidal que estaba lesionado y jugó José Cángaro, hermano de ‘Curucho’, que tenía
un estado físico impecable y no lo dejó mover al ‘9’ de ellos que era muy
peligroso.
Aquella tarde de la victoria 2-1 ante Coronel Pringles en 1968. 'Carita' en la fila superior, 3º empezando desde la izquierda.
Ese partido lo había transmitido
Radio Necochea que seguía nuestra campaña, y recuerdo que ‘Tito’ Tibiletti
siempre me decía que yo era el mejor ‘5’ de la provincia porque el relator de
Radio Necochea había dicho que yo era el mejor ‘5’ del Campeonato Argentino y ‘Tito’
siempre me embromaba con eso. La cuestión es que llegamos acá y otra vez lleno
de gente por todos lados, nos volvimos enseguida pues era la Cena Aniversario
del Club Defensores, serían como las 10 de la noche, entonces nos mandan a
avisar que teníamos puesta una mesa en esa cena, cuando llegamos era de no
creer, no sabés lo que era esa cuadra de gente, el centro de la ciudad y
adentro del club lo mismo, siempre así durante esa campaña de 1968.
No quedaba nadie en la casa, en
esa época se hablaba de entre 4.000 y 5.000 personas en la cancha. Las fotos
las sacaba Pascual Ramos quien las revelaba enseguida y, horas después las
ponía en las vidrieras de “Sportsman” y todo el mundo a mirarlas.
Para que tengas una idea de lo
que generaba por entonces la selección, cuando llovía y no se podía entrenar en
el Estadio, lo hacíamos en el gimnasio del Club Atlético si los turnos del club
estaban ocupados se suspendían todos para que pudiera practicar la selección. Se
suspendía todo, es más, Atlético organizó una cena, se cobró la tarjeta, y todo
lo recaudado fue para nosotros.
'Gringo' Teruggi, 'Tuco' Echevarría, 'Carita' Gourriet, Jorge Bazterrechea, Cabretón y Ángel 'Pocho' Guisande en aquella cena en el gimnasio del Club Atlético Ayacucho
¿Esa selección de 1968 es uno de los mejores equipos que integraste?
Puede ser, además jugamos un
montón de partidos pero, reitero, visto desde acá hoy tendríamos un montón de
cosas por mejorar.
continúa acá...
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