miércoles, 14 de marzo de 2012

Raúl "Pelusa" Cestona: sangre más 'roja' que ninguna

Un grande de nuestro fútbol.

Ni más ni menos...

Reconocido en todo el ambiente futbolero de la ciudad, Raúl Antonio Cestona -Pelusa- es memoria viva de nuestro pasado futbolístico y protagonista de gloriosas jornadas del balompié local.

Jugador, dirigente, formador de jugadores y testigo de un tiempo que se fue, pero que su espíritu andariego recuerda en cada recodo del camino.

Emblema viviente de Independiente, club al que le entregó, y le entrega, toda su pasión. En él fue jugador de la Primera División por más de una década (1951/1962), entrenador de infantiles y en Primera División, presidente, delegado a la Liga y colaborador permanente de las Comisiones Directivas que, ocasionalmente, guiaron los rumbos de la institución de Ruta 50.

Campeón como jugador con la entidad ‘roja’ del Campeonato de 1952 y del Quinquenio (55/56/57/58/59). Sub Campeón como DT de Independiente en 1974.
Presidente de la delegación ayacuchense (Deportivo Ayacucho) que obtuvo el Subcampeonato Provincial en los Torneos “Evita” de 1974 en Necochea.
Colaborador de nuestras selecciones y, como se puede apreciar, un enamorado de un deporte y de un club.

Si todo lo expuesto en esta acotada ‘foja de servicios’, la que seguro omite otros logros de ‘Pelusa’, no da la idea de una persona que se entregó en cuerpo y alma a un club, en un claro ejemplo de fidelidad a una divisa, entonces ¿qué es el amor incondicional a una institución?

Raúl Cestona es la fidelidad hecha persona, el dar todo a una institución sin esperar nada a cambio. Como tal se lo quiere y se lo respeta en este pueblo.

Peronista de la primera hora (“de Perón y de Evita”, aclara), todavía recuerda aquel día de 1945 cuando se acercó a nuestra Estación de Trenes en busca de estrechar la mano del General, de paso por Ayacucho, deseó que realizó y que atesora entre sus pertenencias más preciadas.

Mucho tiempo hace que quería hablar con él, saber de su historia, de sus recuerdos, de su forma de ver el fútbol y, por qué no, aprender de alguien quien, hablando enseña.

En busca de todo esto me acerqué a la esquina de calle Bousson y A. del Valle en la búsqueda del ‘ciudadano ilustre’ del barrio quien así se presenta: “Me llamo Raúl Antonio Cestona, soy nacido en Ayacucho el 24 de Abril de 1928, Mi esposa se llama Carolina Elsa Contino con quien tuvimos dos hijos, Alberto y Darío, quienes, a su vez, nos han dado cinco nietos hermosos: Lucía, Sofía, Mariano, Nicolás y Fernando”.

Junto a Elsa, la compañera de toda la vida

¿Por qué el apodo “Pelusa”?

El padre de ‘Cuqui’ Simonetti tenía una talabartería en la esquina de Arroyo y San Martín y ese era el lugar de reunión de toda la gente de Independiente, yo era chico y concurría a cebar mate. Un hermano de ‘Patita’ Figliuelo, quien era muy amigo mío, iba a tomar mate y un día, no sé por qué, me puso ‘Pelusa’ y a otro hermano mío que vivía en calle Güemes le puso ‘Paspita’ porque se le paspaban los pómulos. De esto hace 75 años.

¿Cómo empieza en el fútbol?

Yo vivía en la esquina de las avenidas Dindart y Miguens, en donde actualmente es el kiosco de Garberi, esa era mi casa paterna junto a mis ocho hermanos. Mi padre era resero, y toda esta zona del pueblo eran terrenos baldíos. Yo iba a la Escuela Nº 3, en donde se encuentra en la actualidad y enfrente, donde es la Plaza “Egidio Ciaño”, el Club Atlético tenía su cancha. Jugábamos después de almorzar y a la noche debajo de los faroles junto a los chicos del barrio. En ese tiempo, década del ‘30, la policía andaba a caballo salían por calle Mitre y tomaban por Av. Dindart hacia el fondo, como yendo al vivero de Bértoli, y de ahí doblaban hacia la izquierda para ir a la chacra de Obras Sanitarias en donde hacían el recambio de caballos de la mañana. Cuando veíamos doblar a los ‘milicos’ para aquel lado salíamos corriendo para casa (risas).

¿Cómo llega a Independiente?

Llego a Independiente a través de mi hermano Miguel, quien tuvo la agencia Dodge en la esquina de Irigoyen y Av. Solanet, quien ya era jugador del club. Por esos tiempos los clubes tenían 1ª, 2ª y 3ª, yo empecé jugando en la Tercera y siempre jugué por Independiente, el club de toda mi vida.

Tercera división del Club Atlético Independiente (1943)
Parados (izq. a der.): 'Pelusa' Cestona, Augé, Reyes, Arriola, Santángelo y Dimenna
Hincados (izq. a der.): Romano, Canavessi, Pigretti, Belisán, Larroque y Raccioppi

¿En qué puesto jugaba?

Siempre de fullback (defensor).

¿Recuerda algo de su debut en Primera División?

Además de jugar en la Tercera, yo colaboraba llevando los equipos (utilería) de las otras divisiones y en una de esas salté a la Primera de la mano de ‘Chichín’ Pérez quien era el técnico. Jugué muchos años con ‘Chichín’ Simonetti de compañero, también fullback. Antes de irme en 1949 al Servicio Militar había jugado algunos partidos en Primera. Terminé la conscripción en Noviembre, en la primer baja, y ahí ya quedé de titular en Primera hasta mi retiro en 1962. El Estadio Municipal “Dr. José Antonio Barbieri” se inauguró en 1962 y llegué a jugar algunos partidos ahí. Después subió a Primera María Tiani y él se quedó con el puesto.

¿Quién era el compañero con el que mejor se entendía dentro de la cancha?

Con varios, pero sobre todo con ‘Chichín’ Simonetti, ‘Cartucho’ Labala, con María Tiani y con el ‘Terito’ Cabarrou.

¿Hubo algún jugador que lo complicara, difícil para marcar?

El ‘Gringo’ Varretone era especial. Recuerdo que al ‘Patón’ Loscalzo lo hizo echar una vez. Te hablaba bajito, despacito, para que fueras ‘engranando’ y de esa forma ‘sacarte’ del partido.

‘Pelusa’ ¿cómo era el fútbol de antes?

En esa época se jugaba con un arquero, dos fullbacks (defensores), tres jugadores en la línea media y un ala de cinco delanteros.
Independiente por esos años tenía un muy buen equipo con grandes jugadores. Se jugaba bien a pesar que la vieja cancha de la Liga no era tan grande como lo es hoy el Estadio Municipal.
Antes no había mala intención. El otro día miraba el partido de Boca en donde se lesionó Nicolás Colazo y me pareció una jugada con mala suerte para él, pero en el fútbol actual veo pies que van al tobillo o más arriba, con maldad; al igual jugadores que se hacen los lesionados cuando el rival no lo tocó y nada de eso existía en el fútbol de antes. Esos foules antes no existían, podía haber una patada más fuerte que otra pero sin mala intención. A Dios gracias nunca tuve lesiones en mi carrera.

¿Cómo era el público en aquellos años?

Por ejemplo a la vieja cancha de la Liga concurría gente de todo tipo. Comerciantes, profesionales, empleados, médicos, etc. Cada uno tenía su sector, por ejemplo los médicos iban sobre la calle Belgrano y era muy común ver en la cancha a los doctores Egidio Ciaño, Patalagoyti, Iriarte (farmacéutico, padre de Aníbal), Barbieri, etc.
Esa cancha solo tenía un alambre tejido que la rodeaba, de poco más de un metro de alto, con una tabla arriba a modo de apoyabrazos.

Diploma en reconocimiento al Quinquenio obtenido entre 1955 y 1959

Usted jugó con los hermanos Pérez ¿qué recuerda de ellos?

Yo a ‘Chichín’ casi no lo ví jugar pero dicen que el más completo fue ‘Pocho’. Él estuvo probándose en Boca pero se vino por la novia (Nené Perissé), no aguantaba estar en Buenos Aires sin ella. Le hizo un golazo de voleo a ‘Tarzán’ Bello el arquero de Independiente de Avellaneda (se lo anularon por un inexistente offside) cuando los ‘diablos rojos’ vinieron a Ayacucho en 1941.
‘Oreja’ no era un jugador de calidad, pero era completamente aguerrido y muy corredor.
‘Pocho’ era un wing derecho de mucha calidad y sabía gambetear muy bien en poco espacio. No tenía cabezazo, pero pateaba muy bien los tiros libres, ponía la pelota en el ángulo.
‘Tarulo’ era más frío, pero un jugador exquisito, un wing izquierdo que tiraba muchos centros y, como te dije, a ‘Chichín’ lo ví poco pero también sé que era un muy buen jugador.

¿De aquellas épocas, cuál fue el jugador ayacuchense que más le impresionó por cómo jugaba?

Los mejores que ví fueron el ‘Chileno’ Barraza quien era centroforward (hoy sería un ‘9’) y ‘Pariche’ Rodríguez. ‘Pariche’ era centrohalf (número ‘5’) que cabeceaba en los córneres y hacía goles. Saltaba muy bien con los brazos totalmente caídos, como colgando y con un muy buen cabezazo siempre buscando el arco rival.

¿Cuáles fueron los mejores equipos que vio en Ayacucho?

Bueno, ví grandes cuadros de Independiente pero después llegó Sarmiento con grandes equipos campeones y grandes jugadores como ‘Guya’ Moris, ‘Pocho’ Guisande, Raúl Cedarri, etc.

También jugó defendiendo la camiseta de nuestra Selección…

En 1943, yo tendría unos 15 años, fueron a avisarme que viajaba a Necochea en tren, pues estaría en el banco de suplentes del partido que se jugaba en esa ciudad contra la selección local.
Entre los titulares estaban mis amigos ‘Gallito’ Vázquez y el ‘Japonés’ Díaz y recuerdo que este último le decía a Vázquez “y bueno, ‘Gallito’ si vos no podés jugar que juegue él (por mí)”. Imaginate mis nervios... (risas)

Un juvenil 'Pelusa' Cestona (5º arriba desde la derecha) posa junto a la selección ayacuchense en las playas de Necochea (1943)

También, entre otros, estuve en el famoso partido de 1960 en que se armó una trifulca con Tandil en la vieja cancha de la Liga. Tandil tenía un cuadro bárbaro y nos iba ganando 3 a 0. La hinchada de Tandil estaba debajo de los eucaliptus (ya desaparecidos) que estaban en la esquina de Av. Dindart y Poderoso donde habían comido un asado y algunos con alguna copita de más.. En uno de los goles entraron a la cancha a festejar y el ‘Gringo’ Bruno Varretone le pegó a uno de ellos y ahí se armó la pelea con las dos hinchadas dentro de la cancha.

Nuestra selección local en la tarde de la trifulca con Tandil en 1960

También fue Director Técnico de Independiente, en infantiles y algún período en Primera…

Yo era ayudante de ‘Chichín’ Pérez, en su casa de calle Sarmiento siempre nos reuníamos para llevar la ropa a la cancha, terminado el partido juntarla, lavarla, etc. y así empecé. Siempre anduve con la Tercera y juveniles junto a un gran colaborador como fue Abel ‘Mimoso’ Eloiza, pero en aquellos tiempos era más por ayudar que por las indicaciones que uno pudiera darle al jugador. Me parecía que cada uno sabía lo que tenía que hacer dentro de la cancha.
Jugando un ‘Oreja’ Pérez, quien era Profesor de Educación Física y un ‘técnico’ dentro de la cancha, ¿qué iba a decirle yo?

¿Cuál fue la alegría más grande que le dio el fútbol?

Sin dudas, todos los campeonatos que gané con Independiente, seis en total.

'Pelusa' (4º arriba, desde la derecha) festejando un título del Quinquenio (1955/1959)

¿Alguna anécdota para contar?

Sí. A ‘Agüita’ Fiorentino el sobrenombre se lo puse yo. Vino Don Ignacio Jaramillo del campo a vivir con sus siete hijos (en donde actualmente está Eduardo González con el negocio de seguros) a la esquina de Irigoyen y España. Ahí cerca yo trabajaba como talabartero y los cinco varones se lo pasaban conmigo, venía Don Ignacio y me decía: “al final son hijos míos o hijos suyos” (risas). El tema es que ‘Agüita’, quien tendría unos diez años, repartía leche en el barrio. Él llegaba, bajaba los envases y a la leche le agregaba algún litro de agua (risas).
Y el sobrenombre al hermano (“Garrincha”) también se lo puse yo por la habilidad que tenía para jugar al fútbol, después le gustó más la guitarra y ya se dedicó a eso. Era muy habilidoso, él iba corriendo a toda carrera con la pelota, se frenaba, se paraba arriba de ella y salía corriendo para atrás. Eso no se lo he visto hacer a nadie. Era chiquito pero muy habilidoso y el apodo se lo puse pues en esa época estaban los grandes del fútbol brasileño, Pelé, Garrincha, etc.

¿Qué ha significado el Club Independiente en su vida?

Todo, ha sido mi vida. Tengo recuerdos desde que Independiente tuvo su primera cancha en donde es el Barrio Obrero, frente al Corralón Municipal. Era una cancha ancha y de unos 110 ó 112 metros de largo en donde ví grandes jugadores.
Independiente siempre tuvo muy buena gente que dio todo por el club como Don Miguel Logarzo, ‘Pancho’ Contino, Mujica, los Martiarena, los Alietti, etc. por nombrar solo algunos de los que lo hicieron grande.
Para Independiente hasta una Reina del Ternero he conseguido (risas). Conocía del barrio a Gimena Mandarino y pensé en ella como candidata del club para la Fiesta. La ví, me gustó, fui a la casa, hablé con ella y la llevé como candidata de Independiente y salió elegida Reina de la Fiesta Nacional del Ternero en 1997. Se mantiene linda todavía. Fue el año en que la Noche de Gala se hizo en el Club Independiente.

Gimena Mandarino, Reina de la Fiesta Nacional del Ternero 1997

¿Cómo fue la compra de predio en Ruta 50?

Miguel Logarzo era una persona muy emprendedora quien llegó a tener 4 o 5 panaderías en Ayacucho y fue quien vino con la noticia que se vendía “La Grafa” (lugar en donde se encuentra el club en la actualidad).
La sede de Independiente en 1970 estaba en la parte superior del edificio de San Martín y 9 de Julio (perteneciente a la Sociedad Española), en una reunión de Comisión Directiva nos dijo “¡Vamos a comprarla! Ofertaremos seis millones de pesos”. Siempre recuerdo que entre los miembros de comisión estaba el ‘Negrito’ Cedarri (padre de Oscar y Pablo) y no sé si fue él o Logarzo quien dijo “mejor ofertemos seis millones y medio, no nos quedemos cortos, a ver si la perdemos”.
La apertura de sobres era un martes en el Club Social, yo por entonces era delegado del club en la Liga Ayacuchense de Fútbol, entonces le dije a Don Miguel, “usted quédese en el club, yo a las 21 hs. cuando termine la reunión en la Liga -que se hacían en el Club Defensores- vengo para acá a ver si hay noticias”. Sí, sí, andá nomás -me contestó.
Termina la reunión en Defensores y me voy para el club. Voy subiendo por las escaleras y desde la cantina veo a Logarzo que venía corriendo a abrazarme y me decía “Es nuestra, es nuestra” y ya salimos para allá a verla.

¿Le costó el retiro?

“Se retiró del fútbol cuando se casó” (risas, ante la acotación de su esposa Elsa quien no dejó dudas con la respuesta).

¿Tuvo la oportunidad de ir a jugar fuera de Ayacucho?

No, además yo era muy fanático de mi pueblo y estaba muy cómodo en Independiente, tampoco creo que hubiese ido.

¿Qué amigos le dejó el fútbol?

Muchos, todos mis amigos de Independiente, amigos muy queridos, Atilio Bringas quien fue un amigo extraordinario, un señor, un tipo bárbaro. También Amancio ‘Gallito’ Vázquez quien jugaba de fullback en Ferroviario, el ‘Japonés’ Díaz. Tenía amigos que jugaban en Ferroviario, Defensores, etc. y yo salía con todos ellos. Estoy muy agradecido a todos los amigos que coseché gracias al fútbol, que fueron muchos.

'Pelusa', a la derecha, junto a su inolvidable amigo Atilio Bringas

¿De qué cuadro es hincha en el fútbol de A.F.A.?

De San Lorenzo.

¿Por qué?

Porque un día ‘Pocho’ Pérez, quien era hincha de Boca, me regaló un anillo que tenía el escudo de San Lorenzo y me hice hincha por ese motivo.

¿Qué opinión le merece la regionalización de nuestro fútbol?

Voy a la cancha solo cuando juega mi nieto Mariano (14 años) en Atlético pero escucho todos los partidos por la radio.

Su nieto, Mariano Cestona, actualmente en Atlético, y un apellido que continua la tradición futbolera familiar

Veo bien que se compita con otras ciudades pues nuestros chicos tienen más competencia que cuando jugaban solo entre los clubes locales. Eso hace que estén bien preparados para cuando les toque jugar en la Primera.

'Pelusa' Cestona, ícono de nuestro fútbol, emblema del Club Atlético Independiente y un auténtico símbolo ayacuchense, ciudad a la que diariamente 'le toma el pulso' montado a su bicicleta recorriendo sus calles y recogiendo el cariño y respeto que se ha sabido ganar a través de los años.

Un claro ejemplo, de los que ya no abundan, de como una persona puede entregarse en cuerpo y alma a la institución que se lleva en la sangre, más roja que ninguna en este caso.

Gracias por todo 'Pelusa'!!

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