sábado, 19 de julio de 2014

Los torneos de casas consignatarias de ganado

A mediados de la década del '70 nuestro Partido, dedicado por aquellos años en su totalidad a la cría de ganado vacuno, contaba con varias casas consignatarias que tenían empleados deseosos de 'despuntar el vicio' en el más popular de los deportes.

Así fue que se organizó un torneo de fútbol comercial, que agrupaba exclusivamente a las casas consignatarias de Ayacucho y el mimo se disputaba los días sábados a la tarde en la cancha del Club Atlético Independiente.

Nuestro amigo y convecino Fabio Herman, desde hace años residiendo en Mar del Plata, nos alcanzó una foto correspondiente a aquel torneo y en el que se puede ver al plantel que representaba a la firma "A. J. Mendizábal".

Fabio con 12/13 años por aquella época, acompañaba a los partidos a su padre, el recordado odontólogo Eduardo Herman, y esto nos decía: "Esos torneos no creo que hayan durado más de dos años. Jugaban en él allegados y empleados de las casas martilleras de ganado y si bien era toda gente grande (como se aprecia en la foto) también jugaban chicos como Javier Alabarse y José Alonso (hijo de Rubén Alonso, titular de "A. J. Mendizábal"), yo no lo hacía pues era un poco más chico que ellos.

El hecho que mi padre jugara ahí, empezó por una cuestión estrictamente de vecindad. La casa consignataria “A.J. Mendizábal” estaba en la esquina de Alem y 25 de Mayo y nosotros cuando llegamos a Ayacucho (Mayo de 1973) fuimos a vivir a calle Alem 979 (a 30 mts. de A. J. Mendizábal).
Entre charlas de vecinos, etc. yo me hice amigo de José María Alonso, hijo de Rubén Alonso. Recuerdo también que había una peña en el club Atlético en donde iban varios muchachos que se pueden ver en esta foto, así que casi seguro esa presencia que viene por ahí.
Mi padre (Eduardo Herman, recientemente fallecido) llegó a jugar en la tercera división de Chacarita Juniors, pero antes de los 20 años eligió el básquetbol".



Equipo de la firma "A.J.Mendizábal", que con gol de Eduardo Herman, venció por 1 a 0 a la casa "Adolfo Bullrich y Cía". Foto tomada en el Club Independiente el sábado 21/08/79)

Parados (izq. a der.): Fabio Herman, Grande, Eduardo Herman, 'Cototo' Lezama, 'Ñato' Cangiani, Horacio Branchini, 'Flaco' Cerri, Luis 'Luli' Landívar, 'Guigue' Arrut y 'Mimoso' Eloiza (referee)
Hincados (izq. a der.): Ozafrán, José Iralour, Darío Alonso, Hugo Garralda, Javier Alabarse, 'Cuchuflo' Laurencena y José María Alonso.

Otro integrante de aquel plantel, Horacio 'Flaco' Branchini, también aporta algún lejano recuerdo sobre aquellas tardes de fútbol: "en esos torneos participaban todas las casas consignatarias de Ayacucho existentes por aquellos años (Ángel Velaz, Naveyra Hermanos, A. J. Mendizábal, Adolfo Bullrich y Cía., La Agrícola Ganadera, etc.). Eran torneos muy lindos y creo que se hicieron solamente durante dos años.
En nuestro equipo se destacaba Javier Alabarse que, a pesar de ser más chico que todos nosotros, era muy rápido y cerebral para jugar.
En un torneo de esos me quebré una pierna y ahí culminó mi carrera futbolística (risas) pero queda un hermoso recuerdo de aquellos torneos".

Vaya entonces la evocación para estos torneos de casas consignatarias, que también hicieron su pequeño aporte para cimentar la historia de nuestro querido fútbol ayacuchense, así como también el agradecimiento a mi querido amigo Fabio Herman por rescatar del olvido a este auténtico testimonio.

lunes, 7 de julio de 2014

La muerte de Alfredo Di Stéfano y sus lazos familiares con Ayacucho

Hoy ha fallecido en Madrid a los 88 años Alfredo Di Stéfano 'La saeta rubia', considerado por muchos especialistas del fútbol como uno de los más grandes jugadores de todos los tiempos.

Di Stéfano comenzó su carrera en River, en donde jugó en dos etapas entre las cuales tuvo un paso de un año con Huracán. Con el club de Núñez obtuvo los títulos de 1945 (jugó un partido) y de 1947. Por la huelga de los profesionales en el fútbol argentino emigró a Colombia. En Millonarios fue dos veces campeón y goleador, antes de dar el salto al Real Madrid, equipo del cual se convirtió en ídolo.

Su trayectoria en la entidad blanca estuvo repleta de éxitos. Dieciocho títulos en once temporadas le convirtieron en un ídolo del madridismo. Con él, la entidad blanca pudo sumar a su palmarés cinco Copas de Europa, una Intercontinental, ocho Ligas, una Copa de España y dos Copas Latinas. Además, ganó dos Balones de Oro (1957 y 1959) que le consagraron como el mejor futbolista del mundo del momento. 

Alfredo Di Stéfano con la casaca argentina

Después fichó por el RCD Español, donde jugó hasta 1966, y se retiró. Di Stéfano, nacionalizado español, vistió la camiseta de la selección en 31 partidos y marcó un total de 23 goles, aunque no pudo disputar ninguna fase final de un Mundial.

Volvió al Real Madrid como entrenador en 1982, tras dirigir al Elche (1967), Boca Juniors (1968), Rayo Vallecano (1975), Castellón (1976), River Plate (1981) y Valencia (1970-74, 79-80, 86-88). Logró con el Valencia la liga (1971) y la Recopa de Europa (1980); con el Real Madrid la Supercopa de España (1991); un torneo con Boca (1969) y con River (1981) un campeonato Nacional. 

En 1989 la revista deportiva France Football premió su brillante trayectoria con el Súper Balón de Oro. Es el único jugador del mundo que lo tiene. En el año 2000, la junta directiva del Real Madrid, bajo la presidencia de Florentino Pérez, le nombró Presidente de Honor.

  'La Saeta' junto a las 5 Copas de Europa ganadas con el Real Madrid

Más allá de una obligada reseña de una carrera deportiva brillante, para honrar la memoria de esta verdadera gloria de nuestro deporte, vamos a apoyarnos en el artículo que escribiera Abel Guillermo Bruno y que publicara el diario "La Verdad" el sábado 22 de Febrero del corriente año.

En dicha nota Abel Bruno da cuenta del parentesco de Di Stéfano con nuestra convecina María Ciapponi, lo que motivara la visita de esta a su casa de Madrid en Octubre de 2013 junto a su hija Elena Vigoroux y su hermana Luisa Ciapponi. Esto decía la nota:

Esta historia de connotaciones tan especiales, sublime, simpática, se inició hace muchos años cuando la familia Dick decidió radicarse en nuestro país; precisamente en Ayacucho.

Para ubicar el punto de partida de esta nota, cabe citar a doña Fortunata Dick, esposa de don Carlos Ciapponi. Junto con ese añejo tronco, se bifurcaron otras ramas del árbol genealógico donde es posible encontrar, no tan lejos en el tiempo, a la familia Di Stefano. 

Coronando adecuadamente este escueto prólogo, nos encontramos con el legendario futbolista Alfredo Di Stefano. ¡Claro que sí!; “La Saeta Rubia” de los españoles. Aquel formidable jugador del River Plate de los años 1940-1950; del extraordinario equipo Millonarios de Colombia, y quien lograra ubicarse como el mejor jugador a nivel mundial de su época en el mítico Real Madrid de Puskas, Gento, Santamaría, y tantos ídolos que ganaron cinco títulos consecutivos de la Copa de Europa, numerosos del torneo español, y otros tantos halagos imposibles de detallar.

"Lo que hacía de joven no se olvida"

Alfredo Di Stefano tiene 87 años de edad. Nació en el barrio porteño de Barracas, el 4 de Julio de 1926. Sus padres se llamaron Alfredo Di Stefano y Eulalia Lahulhé Gilmont. Actualmente se traslada en silla de ruedas, pero continúa presidiendo la Asociación de Ex-jugadores Real Madrid Club de Fútbol, con epicentro en el Estadio “Santiago Bernabéu”. Estuvo casado con Sara Freites (fallecida).

La Saeta, La Pulga y El Pelusa. Puro orgullo argentino.

A esta altura, cabe transcribir textualmente la carta que Alfredo les enviara a sus primas María y Luisa Ciapponi, el 18 de Agosto de 1995, después que nuestras convecinas establecieran el correspondiente contacto familiar: "Estimadas María y Luisa. Creo que están escritos bien los nombres. Yo estuve por esos pagos varias veces con mi padre, que se dedicaba a la siembra y comercio de la papa. De los 12 a los 17 años pasé por Ayacucho, San Ignacio, Balcarce, y en esa conocí a cantidad de Lahulé y Dick, como así a Fangio y sus padres. Recuerdo casi todo. Lo que hacía de joven no se olvida. Tuvimos la desgracia en casa de la muerte de Sara, y lo llevamos como se puede, así es la vida.

Sigo en el club y hago de símbolo de este equipo, me distraigo y sigo con el espíritu joven que te contagian. Los hijos están desparramados por Valencia (tres), Barcelona (dos) y uno en Madrid, así que todo bien. Les envío un fuerte abrazo y espero que estén muy bien. Hasta otra. Un abrazo. Les envío una fotografía de las que me sacaron en el club".

Desde Ayacucho a Madrid

En el mes de Octubre de 2013, María y Luisa Ciapponi, acompañadas de Elena Vigouroux, visitaron España. Dentro del extenso periplo viajero, figuró el reencuentro con el inolvidable ídolo del futbol mundial de todos los tiempos, quien reside en Madrid. 

 30 de Agosto de 1963. Di Stéfano posa en la puerta de su casa de Madrid junto a su familia.

Fueron atendidas con la mayor de las deferencias por Alfredo y sus hijos Sofía e Ignacio. La ocasión fue propicia para compartir momentos muy gratos con el primo Alfredo, quien goza de una memoria excelente.

Según cuenta María Ciapponi de Vigouroux, "fueron momentos extraordinarios". Apelamos a su gentileza para que comparta con los lectores tan especiales vivencias: “Cuando decidimos viajar a España, nos propusimos visitar a nuestro primo Alfredo Di Stefano. Con él nos contactábamos mediante tarjetas para las fiestas navideñas y cumpleaños y con su hermana Norma, que vive en Capital Federal, y la que nos permitió concretar nuestro ansiado encuentro

Alfredo nos recibió en su departamento en Madrid, el cual comparte con uno de sus tantos nietos, ya que su esposa falleció hace algunos años. Aquella jornada compartimos no solo comida típica española, tapas, tortillas y sardinas, sino también algunas de sus tantas anécdotas vinculadas con el futbol como con la vida. 

 Foto gentileza Diario "La Verdad"

Nos comentaba los recuerdos que tenía de Ayacucho, ya que venía de adolescente con su padre (comerciantes paperos), a visitar el campo de nuestros padres, como así también de Balcarce, ya que su madre de apellido Laulhé, era oriunda de esa ciudad. Nuestra madre siempre me decía cuando yo (María) era pequeña me tuvo alzada Alfredo.


Quedo encantado con los obsequios que les llevamos de acá: entre ellos un cinturón de cuero con sus iniciales de "La Tapera",  dulce de leche "Ayacucho". Ambos se pueden ver en la foto cuando se lo entregamos.


Fue una velada magnifica, en la cual Alfredo y parte de su familia nos hicieron sentir como si fuésemos parte de la familia Di Stefano. Nos prometió que vendría el año entrante a la Argentina acompañado de alguno de sus hijos, y quizás pasarían por nuestra ciudad".