sábado, 26 de febrero de 2011

Miguel Ángel Asta: ¡qué 'Cacho' de goleador! (2ª parte)

¿Cuál fue el mejor equipo ayacuchense que viste?

Se me hace difícil elegir uno. Sarmiento siempre tuvo grandes equipos y unos jugadores bárbaros que tenían muchas ganas de ganar. Siempre.

La última vez que salí campeón con Sarmiento, los más veteranos éramos José Perazzi, Luis Romero que era el arquero y yo. Sobre ese equipo muchos decían que no iba a llegar a nada, y muchos que decían eso eran jugadores. Es más, algunos se fueron porque pensaban que no íbamos a ser campeones y yo me quedé convencido que íbamos a ser campeones. Y lo fuimos.

Estudiantes también armaba unos equipos bárbaros ¡y qué jugadores! ¡Por Dios! Rosales, Genín, Sayago, Rojito, Barrientos, Carluccio, Aneas, Baigorria ¡lo que jugaba Baigorria!

¿Qué sucedía que los demás equipos se reforzaban, tenían muy buenos jugadores pero a la larga el campeón era Sarmiento?

No sé. No sé si los demás se achicaban, si Sarmiento se agrandaba, si teníamos más suerte… Yo siempre soy un convencido que también la suerte es fundamental. Sarmiento siempre ‘ligó’, Sarmiento siempre ‘ligó’ (repite). Ese partido si Estudiantes lo jugaba con otro, seguro que lo ganaba, fácil.

Una postal de mediados de los ’70. Luis Carlucico descuelga el centro ante la presencia intimidante de ‘Cachito’ en un Estudiantes-Sarmiento, un clásico de la época.

Quienes te conocemos, sabemos que tu amor es Sarmiento y que nunca te motivó mucho jugar en la Selección ¿Por qué?

Porque yo a Sarmiento lo llevo adentro, por mi viejo, por mis tíos, nací y me crié con esa camiseta y para mí lo más grande es Sarmiento.

Yo en la Selección no me sentía cómodo y a mí me gustaba jugar en un lugar como Sarmiento en donde me sentía re-cómodo. Yo en la Selección no me sentía cómodo, yo no tenía a mis compañeros. En el tema del compañerismo yo soy muy especial, si hay gente que a mí no me gusta yo no ando. Por más que me pongas en el puesto en que yo juego…

En Sarmiento éramos todos uno, por más que discutíamos ¡ojo! porque cada uno tenía su pensamiento, pero Sarmiento era especial y te voy a decir por qué. Cuando estaba Don Juan Bertoni (ex Presidente de Sarmiento a mediados de los ‘70), una vez por semana -los miércoles o jueves- hacía un asado para el plantel y siempre nos decía “yo no quiero once jugadores, quiero once compañeros”.

Sarmiento campeón del Torneo Oficial 1975

Entonces, íbamos, comíamos, si alguno tenía un defecto lo decíamos, lo hablábamos sin enojarnos. Porque ahora yo te digo “qué gol te erraste” y vos ya te calentás. Era una unión bárbara, charlando en el club, tomando algo pero las cosas se decían y nadie se enojaba.

Terminaba el campeonato y Don Juan nos llevaba al establecimiento “El cortijo”, ahí con los toros, hacía asados y siempre fomentaba el compañerismo en el plantel y parece que ahora no es así. Porque no es necesario hacer un asado, con hacer unos tallarines ya está, lo importante es compartir y hablar de los errores del otro y de los nuestros porque todos los tenemos.

A mí me decían “vos gambeteas mucho, te matan a patadas” y yo les decía “yo no siento las patadas”, al menos en los primeros años, y “porqué no la largás un poco más” y “porqué no te tirás un poco más allá” pero eso es bueno hablarlo.
Todos cometemos errores, todos, pero ahí se hablaban y nadie se calentaba y hoy no sé porqué pero eso sería imposible.

Éramos todos amigos, con el ‘Chacra’ Crovo ni hablar un amigazo, con el ‘Tortita’ González que fue el último que subió y que cuando viene a Ayacucho siempre me dice “Cachito, a ver cuando nos juntamos, vamos a hacer un asado”. Él siempre cuando viene de Tandil pasa a saludar, el ‘Mudo’ Jeanmart otro amigazo, al igual que todos los muchachos que están acá.

Junto a dos de los mejores amigos que le dio el fútbol: el ‘Tortita’ González y el ‘Chacra’ Crovo

¿Tuviste propuestas para irte a jugar afuera o jugar por otro club en Ayacucho?

Para irme afuera no, tampoco me interesaba mucho. Yo tenía mi familia y quería hacerme la casa además que siempre me ‘tiró’ mucho Sarmiento.

Acá tuve alguna propuesta, que no se concretó, de Estudiantes, que me quería. Mientras yo era soltero no había problemas, pero cuando te casás la cosa cambia, mientras sos soltero no hay tantas responsabilidades, tenés a tus viejos, te dan de comer, te dan la casa, te dan de dormir pero cuando te casas como en mi caso, joven, es bravo. Tenía 19 años, ya estaba casado, con una hija y no tenía nada.

Si te pido un ‘11’ ideal de jugadores que viste en nuestro fútbol ¿cómo formaría?

Que me perdone Eduardo González, pero al arco lo pongo a Alberto Volontín. Yo le decía a Eduardo “vos eras buen arquero porque nunca tuviste enfrente un ‘9’ como yo (risas) y él se reía, pero fue también un gran arquero. De ‘4’ lo pongo a Hugo Baigorria. En la zaga recuerdo a Magnífico, un jugador que trajo Ferro de General Belgrano ¡qué jugador! Y a otro que no puede faltar: ‘Chichilo’ Echavarría y no podría dejar afuera tampoco al ‘Gallina’ Escudero y en mi equipo yo a Víctor Vallejos no lo saco ni loco, a él lo pongo de ‘3’.

En el medio, de ‘8’ a Carlitos Tomaso, de ‘5’ tengo a dos grandes: Miguel Didío y Jacinto Barraza y de ‘10’ Raúl Pilatti que jugaba muy bien. Arriba, de ‘7’ a ‘Pocho’ Guisande -infaltable-, el ‘9’ se me complica pues hay varios, ‘Guya’ Moris, el ‘Tortita’ González y el ‘Chacra’ Crovo. Al ‘Chacra’ no le fueras a trabar una pelota… era un tractor y un compañero bárbaro. De ‘11’ el ‘Zurdo’ Mingone, ni hablar.

¿Hasta qué edad jugaste?

Creo que jugué hasta los 36 años.

¿Te costó el retiro?

No a mi no me costó. Te doy un ejemplo, yo fumaba y cuando ví que me hacía mal me dije “a partir de mañana no fumo más” y lo hice y si mañana no puedo tomar más un vaso de alcohol, no tomo más. A mí no me cuesta dejar nada y te digo que yo muchas veces por Don Juan Bertoni y por Argentino García.

Don Juan fue como un padre para mí, las cosas que hizo por mí son impagables. No de plata. Yo he tenido que ir a Buenos Aires a ver un médico y él enseguida estaba dispuesto y me decía “dónde tenés que ir, yo te llevo” y todavía me quería pagar mis gastos allá. Cosa a la que siempre me negué.

Iba a comer a casa, le gustaban mucho los tallarines que hacía mi señora “Ché, decile a la gorda que haga unos tallarines amasados, que el domingo voy” y a mí me quería muchísimo, tal vez porque yo nunca yo fui de aprovecharme. Era un señor, cuando por enfermedad he tenido que ir a Mar del Plata me invitaba a su departamento: “Asta vaya nomás a mi departamento” y me daba las llaves. Conmigo fue una barbaridad, como un segundo padre, me daba consejos, me ayudaba muchísimo y yo sentía que me quería.


Yo, cuando me casé no tenía nada y quería progresar. Trabajaba también sábados y domingos y un día dije “no juego más al fútbol”. Yo, jugando, me perdía el domingo de trabajar. Entonces un día yo estaba revocándole la casa a Oscar García en Av. Dindart, era la una y pico de la tarde y Sarmiento jugaba a las tres.

Siento un ruido en la escalera y era Don Juan Bertoni. Le digo ¿qué anda haciendo Don Juan? “Tenés que ir a jugar” -me dice. No, no juego Don Juan, estoy revocando, mire como estoy, no puedo ir -le contesto, y me dice “Vamos, ¿cuánto vale tu día? yo te lo pago por que yo sé que vos trabajás y lo estoy comprobando. Lo entiendo. Quiero que vuelvas a jugar a Sarmiento”.

Bueno, no sé mi día de trabajo que valía, poné que $ 10, él me los dio y volví a jugar. ¿Sabés que hice? Dejé de revocar, lavé las herramientas, fui a casa, me bañé y fui a jugar (risas). Por eso te digo que yo no precisaba entrenamiento, era flaquito.

¿Pero ese día te sentiste bien, o estabas ‘muerto’?

No, lo más bien. Yo podía correr otra hora más, no sentía nada, no fumaba, no tomaba -salvo en la comida-, siempre me mantuve en 68/69 kilos, ¿cómo no iba a correr? Salir a correr eso sí me gustaba, no entrenar.

También me quiero acordar de otro gran sarmientista como es Argentino García, quien hizo mucho por el club y me parece que lo han olvidado un poco. Lo que hacía Argentino por el club a él le costaba 50 veces más que lo que le costaba a Don Juan Bertoni, pero para mí Argentino fue y es un tipazo.

Argentino García y Felipe Romero le entregan a ‘Cachito’ un reconocimiento como goleador del Oficial de 1970

¿Qué fue lo que mató el fútbol acá, si uno lo compara con la concurrencia al Estadio en los ’60?

La gente no acompaña cuando lo que se ve es mediocre, acá la gente cuando hay algo bueno va. La Selección cuando ha tenido buenas representaciones la gente siempre la acompañó.

Pero antes el fútbol era más pasión, hoy es un negocio. El fútbol de Buenos Aires es un gran negocio y yo no sé si eso algún día no va a llegar acá. Actualmente si no fuera por la televisión el fútbol no existiría.

¿Qué fue lo más lindo de tu carrera?

Los amigos que tengo. Cuando yo los llamo y nos juntamos ‘los viejos’ lo llamo a ‘Guya’ y viene, Carlitos Próspero viene, el ‘Mudo’ Jeanmart viene al igual que Cenarriaga. ¿Sabés que me decía Carlitos Próspero? “Yo jugué en todos los clubes. No quería venir a Sarmiento porque me hablaron 2 ó 3 veces que ahí eran medio repugnantes, que no me iban a dar pelota y me encontré con un compañerismo hermoso y también tuve la suerte de salir campeón”.

‘Cacho’ y sus ex compañeros en la “Cena del reencuentro rojinegro” (2005)

¿Vos sabés lo lindo que es ese reencuentro? Vienen muchachos como Cenarriaga que yo hacía 20 años que no lo veía. No querés que termine nunca. Yo digo que es impagable los amigos que hacés en el fútbol y más se vive después de algunos años. Por ahí de joven no le das tanta importancia a la amistad.

Por eso te digo que Sarmiento nunca debe olvidar a gente como Argentino García, los Romero y tantos otros que han hecho grande el club.

A mediados de los ’80 Sarmiento necesita un director técnico y vos estás para dar una mano…

No recuerdo bien pero con José Perazzi, somos cuñados, aunque por entonces solo éramos compañeros, y no sé porqué fue me dice “Cacho, vamos a agarrar” y en ese campeonato perdimos por solo un punto.

Lo habíamos hablado toda la semana, como lo que te conté anteriormente de Carlitos Ceschini conmigo, era el último partido contra Juventud Unida, con empatar éramos campeones.

Bueno, damos las indicaciones: “Tenemos que cuidar a ‘Chelín’ Villarreal, tenemos que cuidar a ‘Chelín’ Villarreal”, otro jugadorazo. Faltaban dos minutos, ya estaba, viene un córner ¿quién cabecea? ¡’Chelín’ Villarreal! Gol de Juventud Unida y a otra cosa. Bueno, fue ese año y no estuvimos más aunque habíamos armado un equipazo.

Su etapa como entrenador de Sarmiento junto a José Perazzi (1985)

Pero en definitiva, la de ser entrenador ¿fue una linda experiencia?

No, yo para mí no, a mí no me sirvió, porque yo soy muy nervioso y yo quería estar adentro. No, yo no, se sufre mucho más, capaz de morirte del corazón. Tuvimos un lindo grupo de muchachos ‘metedores’ pero yo sufría mucho, me ponía muy nervioso, me enojaba con el referí. Para el que siente la camiseta es bravo, es mejor jugar.

En la cancha, yo jugando, ningún tipo de nervios. Un día, estábamos jugando, mirá lo nervioso que estaría que estaba chiflando dentro de la cancha y me dice el ‘Lolo’ Reyes: “¿qué estás chiflando vos, si estamos jugando al fútbol?”. ¿Qué me importa que estemos jugando si la pelota anda por otro lado? Un buen jugador el ‘Lolo’, ‘calentón’ pero buen jugador.

¿Te quedó algo pendiente en el fútbol?

No, en absoluto, yo lo único que quería era jugar en Sarmiento y lo pude hacer, gané campeonatos, salí goleador, hice amigos…

Plantel Sub Campeón del Torneo Oficial de 1977

¿Qué es Sarmiento para vos?

Todo. Siempre digo que soy hincha de River y de Sarmiento pero si tuviera que elegir me quedo con Sarmiento. Un día le decía a Mariano Enfadaque que a veces, por ciertas circunstancias, a veces uno no está de acuerdo con el manejo el club, pero no por eso esa gente son malas personas, simplemente uno tiene otro pensamiento sobre como lo manejaría y ellos tienen otra.

Yo si fuera Presidente de Sarmiento haría una cena pero con todos, no haría distinciones de a fulano si y al otro no, yo los invito a todos. Si después no vienen es otra cosa, pero yo los invito a todos. Yo lo manejaría de otra forma.

Siento que mucha gente no reconoce aún todo lo que hicieron Don Juan Bertoni y Argentino García por Sarmiento así como en su momento lo hicieron los Bachex, los Romero, etc. Yo creo que el club se ha olvidado de cierta gente. Siempre digo que nosotros nos vamos a morir pero el club va a quedar ahí. No hay ningún jugador o dirigente que sea más grande que el club.

'Cacho', detrás de la bandera, festeja junto a compañeros, dirigentes y simpatizantes la obtención del Oficial 1979

¿Cómo ves el fútbol de hoy?

Lo veo chato, al menos a nivel local, lo veo chato tal cual el fútbol de Buenos Aires. Yo no voy mucho al Estadio, voy a partidos más o menos importantes, pero hay jugadores que me gustan mucho como Juancito Ledesma, el ‘Chinito’ Etcheverry, Marcos Martínez, el cordobés Roelofs… Te nombro todos de Sarmiento porque yo miro más a Sarmiento que a los otros (risas).

Vos lo podés analizar porque los dos han jugado en el mismo puesto, ¿cómo lo ves a Adrián Roelofs?

Tiene velocidad, le pega con las dos piernas, es oportunista, gambetea bien, cabecea bien, si estuviera al 100% ¡mamita! Pero está lesionado lamentablemente. Otro delantero que también me gusta es Ricardo Sendra.

¿Qué consejos le podrías dar a un chico que recién se inicia en el fútbol?

Yo les digo, porque yo me crié así, que ante todo sean humildes, que no se la crean porque acá no hay jugadores importantes, porque si uno es bueno no va a jugar en Ayacucho.

Yo pienso muy distinto que todos estos muchachos del fútbol actual, veo que acá se trabaja mal. A mí me gustaría tener una escuelita de fútbol. A un chico lo primero que se le debe enseñar es a dominar la pelota porque es con la pelota con lo que van a jugar, no es largarlos siete para acá, siete para allá y que corran todos detrás de una pelota. Yo he ido a ver campeonatos donde jugaba mi nieto y los chicos no saben sacar un saque de meta. Cuando hacen un gol no saben que se saca de la mitad de la cancha.

Lo primero que tiene que enseñarse a un chico es a dominar el fútbol, si es con eso con lo que se van a ganar la vida, si por ahí sale bueno. Qué sepan cómo pararse, que sepan gambetear, cabecear, tomar contacto con la pelota, pero acá se trabaja distinto. La pelota está en juego y es un tropel de chicos corriendo todos detrás de la pelota.

Otra cosa insoportable son los padres de los chicos, si yo enseñara a los chicos, cosa que me encantaría-, al primer padre que le diga algo al hijo le digo “mirá, el técnico soy yo, si vos querés decirle algo a tu hijo decíselo en tu casa pero acá no”. Todos, o casi todos, los padres enloquecen a los chicos y no los dejan jugar libremente.

¿Ves bien la regionalización de nuestro fútbol?

Sí, para mí sí. Sino acá estamos siempre viendo las mismas caras y a la cancha no va nadie.

Una hora y cuarto, que pasó como un suspiro, charlando de fútbol con ‘Cachito’ Asta, un gran goleador de nuestro fútbol, ilustre sarmientista, enamorado de una entidad por la que hubiera dado la sangre, símbolo de la pasión, y de la cual uno desconfía que en sus venas sea solamente roja.

Le apuesto lo que sea a que es rojinegra…

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